El Instituto Politécnico Nacional (IPN) desarrolló un fármaco que deshace los coágulos después de seis a diez horas de presentarse un evento de isquemia cerebral y recupera 70 por ciento de las neuronas dañadas.
La isquemia cerebral es la interrupción del suministro sangre, que interrumpe el flujo de oxígeno y nutrientes necesarios para mantener el funcionamiento de las células del cerebro, y según la ubicación, la medida y cuánto tiempo dura este evento, el paciente podría sufrir deterioros, estado de coma e incluso morir.
Si bien el tratamiento actual administra fibrinolíticos que deshacen los coágulos, sólo son efectivos dentro de las tres primeras horas después del evento; en contraste con el fármaco politécnico que aumenta el tiempo de acción, destacó esa casa de estudios.
En un comunicado, detalló que la investigadora Guadalupe Cleva Villanueva López, de la Escuela Superior de Medicina (ESM), cambió la estructura química de un fármaco utilizado en Europa para tratar la artritis y descubrió un nuevo fibrinolítico, el cual sirvió para desarrollar el del IPN.
Cuando existe un infarto cerebral, una gran cantidad de neuronas muere y otra queda en “estado de pausa”, a esto se le conoce como “penumbra”.
El fármaco desarrollado demuestra 70 por ciento de efectividad en la recuperación de esas células, de acuerdo con los resultados de un estudio en roedores.
Este, abundó, consistió en administrar un fármaco tres horas después de ligar la arteria cerebral y carótida derecha en esos animales; tiempo equivalente en los humanos a seis y diez horas, tras sufrir la isquemia.
Diagnosticar este padecimiento en México es complicado porque los síntomas como adormecimiento facial, muscular y falta de coordinación motora, no se detectan a tiempo y en consecuencia la atención médica y la administración del tratamiento es tardía, puntualizó Villanueva López.
Así que una de las motivaciones para hacer esta investigación fue el aumento en el número de pacientes que presentan isquemia cerebral entre los 45 y 50 años. El nuevo uso del fármaco está protegido por una patente provisional en Estados Unidos.
La oficina que lleva a cabo el trámite indaga que no exista otra investigación igual en el mundo, una vez que se verifique, la idea quedará protegida, por lo que el equipo politécnico espera obtener los papeles definitivos en mayo del próximo año, añadió.