Los virus no son nuevos, ya que han estado en la Tierra durante muchos milenios y han evolucionado a la par con los seres humanos. “Llevamos en nuestro genoma 100 mil fragmentos de virus de más de 30 familias diferentes y representan el 8 por ciento del material genético, el cual está formado por retrovirus endógenos, es decir, copias del genoma del virus responsables de antiguas infecciones y que afectaron a nuestras células”, explicó el
doctor en investigación biomédica básica, Carlos Arias Ortiz, durante la charla Virus emergentes ¿moda o tendencia estable? que se realizó ayer en la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), campus Cuajimalpa, como parte de las charlas con Premios Nacionales.
Estos fragmentos de virus en nuestro material genético son reliquias que se fueron incorporando a lo largo de 100 millones de años. Actualmente, “se ha descubierto que en nuestro material genético tenemos ancestros de virus como el ébola, no el actual virus, sino su ancestro, ya que los retrovirus infectan un amplio espectro de animales, desde peces hasta humanos y pueden dejar secuencias fósiles integradas en el genoma del hospedero (retrovirus endógenos)”, detalló el investigador del Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), institución que forma parte de la mesa directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Los retrovirus -llamados así porque tienen como material genético ácido ribonucleico (ARN)- aparecieron en la Tierra hace 450 millones de años y han sido muy importantes para la evolución humana, ya que sin ellos, no existirían los mamíferos placentarios, los cuales desarrollaron su placenta gracias a una infección viral, señaló el experto.
Quien obtuvo el premio Universidad Nacional 2013, en el área de investigación en ciencias naturales, agregó que el término “virus emergentes” nació en los años 90, pero en general, lo que se denomina como virus emergentes no son nuevos, pues lo que causa el surgimiento de enfermedades son factores como la sobrepoblación que facilita la transmisión, los cambios ambientales que han favorecido que los mosquitos amplíen su rango geográfico, la deforestación que hace que estemos en contacto con animales silvestres, el transporte facilita la dispersión de los virus, así como el factor de migración y el comercio internacional, sin descartar la evolución de los microbios que se tornan cada vez más agresivos, ya que algunos tienen una gran capacidad para mutar y evadir así a nuestro sistema inmune.
“Esto ha causado que haya nuevas enfermedades o que haya dispersión de enfermedades que antes estaban restringidas”, mencionó el integrante del Sistema Nacional de Investigadores nivel III. Sin embargo, dentro de los virus que más han causado problemas, son los virus transmitidos por mosquitos.
ZIKA, la más reciente amenaza
200 mil casos confirmados de Zika en toda América, de los cuales, casi 8 mil se reportaron en 25 estados de la República Mexicana.
La historia de este virus empezó en Uganda en 1947 cuando un mono Rhesus se infectó en una selva. Después de la descripción inicial del virus, hubo casos reportados en África y Asia, pero fue hasta 60 años después, en 2007, cuando un brote más grande fue reportado en la isla Yap, Micronesia, de ahí, se dispersó al mundo.
En términos de prevención, hay diversos enfoques que se realizan, entre los que se cuentan, los mosquitos transgénicos o estériles como los métodos más novedosos. “Sin embargo, las vacunas son la medida de prevención más efectiva. Justo ahora, existen cerca de 40 vacunas que están desarrollándose para prevenir el virus del Zika; no obstante, se estima que no habrá una vacuna aplicable hasta dentro de 3 o 4 años”, señaló el especialista.
Hasta ahora, hay un catálogo de 534 virus, de los cuales, 134 causan enfermedades en humanos, por lo que para estar prevenidos, la mejor forma es reforzar la investigación científica a nivel básico y clínico.