En la última década, “las empresas multinacionales crecieron el equivalente de hasta un 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que, por el contrario, las más pequeñas disminuyeron su crecimiento hasta un menos 6.5 por ciento. La desigualdad en México se ha acentuado y la productividad de las empresas pequeñas tendría que triplicarse para poder incrementar el porcentaje de ingreso anual”, explicó Jesús Esparza, presidente de ENACTUS, organización que impulsa a los jóvenes a crear negocios sociales estructurados.
A través de la metodología Social Business Journey se busca incentivar a los jóvenes emprendedores con habilidades únicas. “En este sentido, las instituciones de educación superior son cunas de talento y la conexión con ellas sería crucial para la formación de emprendedores. Justo ahora estamos colaborando con la Universidad de Stanford para avanzar en el tema de la construcción de emprendedores”, informó el maestro Esparza durante la sesión “Modelo de emprendimiento para la innovación social”, que formó parte del Seminario de Innovación Social en México: Conformando Redes, organizado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología y el Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
Desde otro punto de vista, Solomón Amkie, director de relaciones institucionales de Universia México del Grupo Santander, mencionó que, de acuerdo a diversos estudios, el 90 por ciento de los proyectos emprendedores fracasa.
“En el tema del emprendimiento nuestra mayor iniciativa es el Premio Santander y llevamos 12 años haciéndolo. Sin embargo, las cifras hablan de que el 90 por ciento de los emprendimientos van a fracasar el primer año por lo que nos pareció absurdo enfocarnos nada más en fortalecer el proyecto, es por ello, que el premio impulsa tanto el proyecto como a la persona que lo presenta y para alcanzar este cambio decidió modificar el proceso de selección para hacerlo más dinámico y con mejores herramientas para incrementar la formación empresarial de los jóvenes.
“A partir de este cambio tuvimos muchos proyectos postulados en el tema de educación y abrimos la convocatoria a los temas relacionados con los Objetivos del Milenio, impulsando así proyectos con impacto social. A la fecha, el Premio Santander ha tenido cerca de 5 mil 500 participantes de más de 189 universidades de todo el país”, detalló Amkie.
Durante su intervención, Óscar Velázquez, director de Fablab Impact señaló que la creación de las comunidades de emprendedores, es tal vez uno de los mejores ingredientes para favorecer la cooperación y el crecimiento entre los jóvenes, ya que con ello es más fácil emprender un proyecto, una idea o incluso un grupo de trabajo.
“Las nuevas tecnologías nos permiten crear una red social con la que podemos trabajar a la par, aunque no estemos en la misma ubicación geográfica. Actualmente hay una red que congrega a mil 200 laboratorios en donde compartimos información, conocimiento y talento. En esta red están incluidos los laboratorios del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) entre otros a nivel internacional y solo es un ejemplo de cómo se puede generar emprendimiento”, señaló Velázquez.
Añadió que el desarrollo tradicional empresarial ya no es una opción, es por ello, que crearon Comunidades Talento en donde se incluyen personas de diferentes disciplinas y sectores, ya que la interdisciplinariedad beneficia la innovación y más aún, conlleva un impacto social.