La cooperación científica internacional tiene múltiples beneficios, entre los que destacan el avance de las civilizaciones y la capacidad de resolver problemas
globales, como el cambio climático. Como parte de las actividades de la Semana de la Diplomacia Científica de la Unión Europea (UE), ayer inició el Foro de Diplomacia Científica entre México y la UE.
Durante la inauguración, el jefe de la delegación de la Unión Europea en México, Klaus Rudischhauser, destacó la importancia de mantener una relación científica estrecha entre nuestro país y la UE.
"Estamos ahora renegociando el acuerdo global entre México y la UE y nuestra cooperación científica mantendrá un rol relevante en el acuerdo para enfrentar los desafíos del mundo que cambia rápidamente, y de un mercado global aún más competitivo", comentó Rudischhauser.
Con el objetivo de promover el desarrollo científico, surgió en Europa el programa Horizonte 2020. "La UE sigue siendo el principal actor a nivel mundial en investigación científica. El programa Horizonte 2020 es el principal fondo destinado para investigación y nuestras universidades y centros de investigación están a la vanguardia en todas las áreas de la ciencia", enfatizó.
Cristina Russo, directora de cooperación internacional de la Dirección General de Investigación e Innovación de la Comisión Europea, destacó que la ciencia y la investigación son elementos importantes en las relaciones globales.
"Horizonte 2020, el programa más grande del mundo, está completamente abierto a la cooperación con los países externos. Todos los investigadores que sean de un país fuera de la UE pueden participar".
Energía, salud, tecnologías de comunicación, género y ciencia son tan solo algunas de las temáticas que se abordarán a lo largo del foro y, como mencionó la directora general de cooperación técnica y científica de la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Martha Navarro: "México desea estrechar su relación con la UE, nos encontramos en una etapa de transición en las formas de nuestra cooperación que representa una oportunidad para construir mecanismos innovadores en los que México y la UE trabajen conjuntamente como socios estratégicos".
Añadió que sin duda "la cooperación en ciencia, tecnología e innovación se abre como un campo paralelo de diplomacia para desarrollar vínculos humanos, políticos e incluso comerciales, y la inauguración de la Semana de la Diplomacia Científica de la UE es muestra del interés común de utilizar la ciencia para enfrentar retos globales y aprovechar las nuevas tecnologías en favor del desarrollo sostenible", continuó Navarro.
Ejes de la diplomacia científica
De acuerdo con Julia Tagüeña, directora adjunta de Desarrollo Científico del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), el tema de la diplomacia científica tiene tres vertientes diferentes: La diplomacia para la ciencia, los científicos en la diplomacia y la investigación que hacen los científicos sociales sobre la diplomacia en sí misma.
"Quiero felicitar a la comunidad europea por su generosidad de compartir herramientas que se han trabajado a lo largo de mucho tiempo y que realmente reúnen múltiples prácticas que pueden ser aprovechadas por todos nosotros", comentó la doctora Tagüeña.
Por su parte, el coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, José Franco, señaló que la ciencia también le ha dado a la diplomacia elementos muy importantes. "Hay ciencia que permite hacer diplomacia y yo creo que el cambio climático es el mejor ejemplo en donde todas las áreas del conocimiento se conjugan para poder hacer un acuerdo internacional como el Acuerdo de París, independientemente de si hay algún país que desee salir de ese acuerdo".
El doctor Franco comentó que a nuestro país aún le quedan muchos retos pendientes: "México todavía está en pañales en temas como la asesoría científica para nuestro presidente, para nuestros gobernadores, para el Congreso de la Unión y para los congresos locales, y esto tiene que resolverse de una manera rápida si queremos que México sea un país que entre de lleno a esto que llamamos la sociedad y la economía del conocimiento".
Pie de foto: Hay ciencia que permite hacer diplomacia, y el cambio climático es el mejor ejemplo de cómo todas las áreas del conocimiento se conjugan para lograr un esfuerzo internacional como el Acuerdo de París, señaló José Franco (al micrófono), lo acompañan Klaus Rudischhauser, Martha Navarro, Julia Tagüeña y Cristina Russo. (Foto: Myriam Vidal Valero).