Fue amor a primera vista. Desde que las vi me enamoré, asegura el doctor Arturo Iván Gómez Ruiz sobre las estrellas, las cuales no solo son su objeto de
estudio sino su forma de vida, su pasión y su gran amor. La curiosidad natural lo llevó a observar el cielo y desde entonces sintió la necesidad por conocer qué había más allá.
Ahora el doctor Arturo Iván Gómez Ruiz, ya convertido en un científico, se especializa en la astronomía milimétrica, en el estudio de las estrellas, su origen y las moléculas orgánicas que posibilitaron la aparición de la vida sobre la Tierra, todo esto a través del manejo de uno de los instrumentos científicos más importantes y complejos que hay, el Gran Telescopio Milimétrico (GTM) Alfonso Serrano, ubicado en el volcán de Sierra Negra en Puebla y considerado el más grande en su tipo.
Para el doctor Iván Gómez, “el día” inicia poco antes de la puesta del sol. Se levanta, cena y sale del campamento base ubicado en Ciudad Serdán, cabecera del municipio de Chalchicomula de Sesma, rumbo al volcán de Sierra Negra. Es un recorrido de una hora y media aproximadamente.
Un camino estrecho de terracería y un bosque que lo rodea es la primera parte del paisaje. Después, ya muy cerca del observatorio, el escenario cambia, ahora es gris y rocoso e invita a recordar escenas de filmes que recrean planetas lejanos. A veces la neblina se hace presente como develando lo que poco a poco se observará, el imponente GTM, y a unos metros, el experimento HAWC, un laboratorio para observar rayos cósmicos, partículas cargadas que alcanzan las más altas energías de lo que se puede crear en aceleradores hechos por el hombre.