Apasionado por la búsqueda de las explicaciones elementales sobre el funcionamiento de los seres vivos, el fisiólogo Ricardo Antonio Navarro Polanco
decidió hace casi 30 años dedicar sus esfuerzos científicos al estudio de los canales iónicos, esto es, las proteínas generadoras de las señales eléctricas que regulan la actividad celular.
Biólogo por la Universidad Michoacana San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), así como maestro y doctor en ciencias fisiológicas por la Universidad de Colima, Navarro Polanco realizó en el periodo 1997-1999 un posdoctorado en el Departamento de Fisiología, Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad Estatal de Colorado, Estados Unidos, con el biólogo molecular Michael Tamkun, quien a mediados de los noventa había logrado clonar el primer canal iónico a partir de un corazón humano.
Al retornar, en 1999, Ricardo Navarro fue invitado a integrarse como investigador titular del Centro Universitario de Investigaciones Biomédicas (CUIB) de la Universidad de Colima, desde donde retomó y mantiene hasta ahora sus estudios sobre los canales iónicos, que había empezado desde una década antes, cuando cursaba sus posgrados.
Entre los logros más importantes de su carrera, el científico ubica el descubrimiento de un elemento esencial capaz de modular las proteínas de la membrana celular, aplicable a fenómenos similares que se presentan en las células cardiacas que no se habían podido explicar desde hace al menos 40 años.