Hoy en día existen diversos métodos para detectar mentiras. Uno de ellos es la prueba del polígrafo, que registra los cambios neurofisiológicos del individuo;
sin embargo, la condición física de un atleta de alto rendimiento es capaz de burlar este sistema. Otra técnica para distinguir el engaño se basa en el estudio de las expresiones faciales, pero estas pueden ser dominadas por un experto en actuación. ¿Existe algún medio para la detección de mentiras que no se pueda fingir ni controlar? ¿La observación de los ojos funcionará para la detección del engaño? Efectivamente, hay algo que funciona como una “ventana” directa al cerebro, se trata del tamaño de la pupila.
Luego de dos años de trabajar en computación cognitiva, un equipo de expertos del Centro de Investigación en Matemáticas (Cimat), unidad Zacatecas, perteneciente al Laboratorio de Computación Centrada en el Humano (HCC, del ingléshuman-centered computing), realizó un estudio para detectar el engaño a través de datos oculares.
Bajo lalínea de investigación de HCI(interacción humano-computadora), el grupo de investigadores del Cimat ha concluido diversos experimentos sobre seguimiento ocular, cuyos resultados han sido publicados en varios artículos científicos, entre los que se encuentra el tituladoEntropy of eye fixations: a tool for evaluation of learning objects, en la revistaResearch in Computing Science, en su edición de 2016.