Los granos de polen son extremadamente resistentes por la necesidad de sobrevivir el viaje desde la antera de la flor y fecundarla. Esta característica
permite que puedan almacenarse en diferentes ambientes por miles o millones de años y al ser desenterrados pueden indicarnos características del ambiente en donde crecían y las plantas que los produjeron.
La doctora Gabriela Domínguez Vázquez, profesora investigadora titular B de la Facultad de Biología y responsable de la Colección Palinológica de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, así como miembro nivel I del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), se ha dedicado a estudiar las propiedades del polen y su uso en la investigación del pasado.
"Los estambres de la flor están formados por filamentos que sirven para exponer la antera. El polen, que es el gameto masculino de la flor, se forma en ella como un conjunto de granos microscópicos que al viajar al estigma de la flor la fecundan", señala la doctora.
El polen nuestro de cada día
En su investigación, la doctora ha expuesto la importancia del polen en las dinámicas del mundo natural. "Hay plantas que son polinizadas por viento, otras por animales como murciélagos, insectos o aves".
Afirma que existen dos principales tipos de polinización: entomófila —cuando hay un insecto polinizador específico, la flor produce menos polen— y anemófila, cuando lo hace a través del viento, se deben producir mayores cantidades de polen para asegurarse de que al menos un grano pueda alcanzar la flor para su fecundación.
El síndrome de polinización es el que determina la cantidad de polen que se produce en una flor. "Es importante conocer este proceso porque sucede a diario y genera las condiciones que permiten nuestra existencia".
¿Cómo es posible que nos muestre el pasado?
La doctora ha obtenido conclusiones del pasado a partir de observar el polen.
"Se obtienen núcleos de sedimento de ríos, lagos, esteros, pantanos y se comienzan a obtener granos de polen en las muestras, las cuales se extraen con técnicas químicas, para posteriormente ser clasificados y contados".
Una vez que han hecho lo anterior, determinan cuáles son los granos dominantes y con eso pueden conocer la vegetación y el clima, como en el caso de núcleos extraídos en lagunas costeras. Con eso pueden saber si había o no manglares y los niveles del agua.
"Taxonómicamente el polen es muy específico dependiendo de la planta de la que proviene, por lo que se puede identificar a nivel familia qué tipo de polen es el que está en las muestras".
La especialista explica que la planta que produce un tipo de polen proviene de un tipo de vegetación en particular, por lo que sabiendo esto es posible reconstruir el medioambiente de un tiempo específico.
"El polen es muy noble, nos permite conocer de forma indirecta o directa las características de la vegetación. Con el polen es posible hacer una reconstrucción de la vegetación extinta y así reconstruir también el cambio climático".
El polen producido por las plantas es indicador de la vegetación y la vegetación es un indicador del clima, señala la doctora, por lo que se puede hacer un esbozo del tiempo pasado a partir del polen.
¿Qué se puede saber a partir del polen?
La miel
De forma directa es posible conocer el polen a partir de la miel. Con su análisis se puede conocer la calidad, tipo de plantas y, por lo tanto, el sabor con un análisis polínico.
"La cantidad de polen depende del sitio donde se encuentren los apiarios, hay mieles de la Reserva El Ocote en Chiapas que contienen más de 10 mil granos por centímetro cúbico".
Aplicación forense
También se pueden hacer caracterizaciones de la vegetación con aplicaciones forenses.
"Por la cantidad de polen en un cuerpo u objeto, es posible conocer el tiempo que lleva abandonado. Es un método que fue utilizado en la guerra de Bosnia para saber si los serbios habían sido los verdaderos culpables de un asesinato colectivo".
Cambio climático
Se puede observar el efecto que tiene en los procesos de reproducción de los organismos, a partir de observar la cantidad y el tipo de polen que hay en cada gradiente altitudinal, un ejemplo es la investigación que realizó en el volcán Tacaná en Chiapas para saber las variaciones en la composición y productividad polínica en el gradiente.
Arqueología
"El polen se usa para determinar las condiciones ambientales en que se movía un grupo de la comunidad, así como sus procesos de agricultura".
Como el grano de polen es fácil de conservar, se obtiene de las muestras del suelo para estudiar los inicios de la agricultura precolombina, explica la investigadora.
Palinología
A partir de detectar partículas orgánicas, como macrorrestos de carbón con los que se pueden reconstruir incendios forestales del pasado e indagar en los cambios climáticos y sus causas, si proviene de una erupción volcánica o es de causa humana.
¿Y cómo era el pasado?
En el lago de Chapala han reconstruido los incendios por 14 mil años, y en la zona del Bajío se han hecho estas reconstrucciones por 22 mil años, descubriendo que era mucho más húmedo de lo que es en la actualidad.
Este último proviene del lago cratérico de la Joya, en el rincón de Parangueo, Guanajuato, donde obtuvieron un núcleo de 14.5 metros que dio una edad de 22 mil años. Con él pudieron develar que en ese tiempo la precipitación era de dos mil milímetros de agua por año aproximadamente.
"El ambiente sería algo similar a lo que ahora conocemos como un bosque de niebla".
También entendieron que el Bajío se comenzó a secar hace ocho mil años y que este fenómeno se intensificó a los dos mil. Mientras que en la Joya, zona de la costa de Chiapas, obtuvieron un núcleo que arrojó una edad de cinco mil 500 años.
"La laguna en este momento está aislada del mar, pero en ese tiempo el mar estaba sobre ella. Se aisló hace mil 500 años aproximadamente porque bajó el nivel del mar y la laguna quedó dominada por agua dulce, esos cambios impactaron en el ecosistema costero".
Esta información es importante porque permite conocer cómo afectaría en el futuro un posible incremento de los niveles del mar, que es lo que se prevé en la comunidad de científicos.
"El polen ha permitido que se conozca un poco más del pasado. Sus aplicaciones rebasan al tiempo presente que nos alimenta, viste y sostiene, también nos nutre con el conocimiento de tiempos viejos".