Sin embargo, en unos 60 años V Sagittae (o V Sge) será la estrella más brillante de nuestra galaxia.
Eso es lo que anticipa un trabajo publicado por el departamento de Física y Astronomía de la Universidad Estatal de Luisiana (LSU, por sus siglas en inglés), en Estados Unidos.
El motivo por el cual V Sagittae será tan brillante se relaciona con una particularidad que tiene: en realidad no es una estrella sino dos, un sistema binario conocido como una variable cataclísmica.
Los astrónomos estadounidenses detectaron que ambas estrellas están en camino a una colisión.
Cuando esto ocurra -según los expertos, alrededor del año 2083- generará una luz tan brillante que le robará el "estrellato" (nunca mejor aplicada la palabra) a Sirius (o Sirio), que hoy es la mayor luminaria en el cielo.
Luego, se cree que V Sagittae se convertirá en otro tipo de estrella. Según Juhan Frank, uno de los autores del estudio, podría transformarse en una estrella gigante roja, aunque no es posible saberlo con certeza.
Variables cataclísmicas
Se estima que V Sagittae está a unos 7.800 años luz de la Tierra, en una constelación llamada Sagitta.
Está compuesta de dos estrellas: una "normal", parecida a nuestro Sol, y otra más pequeña y compacta llamada una enana blanca.
La primera orbita alrededor de la segunda y están tan cerca que la gravedad de la enana blanca hace que la otra derrame material sobre ella.
Esta cercanía ha hecho que aumente su brillo regularmente desde 1890.
Según los astrónomos de la LSU, V Sagittae es un tipo especial de variable cataclísmica, ya que es 100 veces más luminosa que el resto de las que se conocen.
Esto se debe a que la estrella normal es casi cuatro veces más grande que la enana blanca, cuando suele suceder lo contrario.
"En otros sistemas conocidos la enana blanca es más masiva que la estrella normal en órbita, por lo que V Sge es completamente única", afirmó Bradley E. Schaefer, autor principal del estudio.
Analizando la trayectoria de ambas estrellas, los expertos estimaron que chocarán en unos 60 años, con un margen de error de 16 años.
Presentaron sus conclusiones durante la última reunión de la Sociedad Astronómica Americana en Honolulu, Hawái.