Nacida en Polonia a finales del siglo XIX en una época en que las mujeres no podían
estudiar, Marie Curie fue una pionera y extraordinaria científica que dejó un gran legado para la ciencia, afirmó Mercedes Rodríguez Villafuerte, investigadora del Instituto de Física de la UNAM.
Fue la primera mujer de la historia en ganar un premio Nobel y lo ganó dos veces. Sólo cuatro personas han logrado esta hazaña: Linus Pauling, Química en 1954 y de la Paz, 1962; John Bardeen, Física en 1956 y 1972; Frederick Sanger, Química en 1958 y 1980 y Marie Curie, Física en 1903 y Química, 1911.
En la primera ocasión el comité del Nobel buscaban excluirla por su condición de ser mujer, pero su esposo se opuso a recibir el premio si no la tomaban en cuenta.
En su juventud, esta científica salió de su natal Polonia en busca de un sitio donde pudiera estudiar, en su país estaba prohibido para las mujeres. Estudió las carreras de física y matemáticas y posteriormente obtuvo un doctorado.
Su legado
Fue de las primeras profesoras aceptadas a nivel universitario en París y sus descubrimientos han sido realmente importantes dentro del área de medicina, por tratarse de aplicaciones para el tratamiento y el diagnóstico de enfermedades, indicó Mercedes Rodríguez.
El descubrimiento más importante de Marie Curie fue el de dos elementos radioactivos: Radio y el Polonio. Estas sustancias radioactivas innovaron la investigación científica.
Pasaron muchas décadas para que se utilizaran en el diagnóstico de enfermedades, ya que causan daño biológico. De hecho, “se tuvo que diseñar un equipo adecuado para que a través de la radiación ionizante en bajas cantidades se generaran imágenes del interior del organismo para detectar tumores y otras enfermedades”.
Esta radiación tiene la capacidad de ionizar un átomo y esta característica logra causar daño biológico en las diferentes células del organismo.
Funciona en el tratamiento de enfermedades oncológicas, donde se trata de atacar únicamente a la lesión o el tumor, sin afectar al resto del organismo.
Los descubrimientos de Marie Curie brindaron un principio para descubrir la radioactividad artificial que en la actualidad se utilizan para este tipo de prácticas clínicas.
Una mujer excepcional
Esta científica fue una mujer excepcional, se involucró de una manera muy importante en la Primera Guerra Mundial. Estudió anatomía y consiguió un sistema de rayos x, obtuvo una licencia de conducir y se dirigía a zonas estratégicas para tomar radiografías de los soldados heridos.
De esta forma ayudó en ese importante suceso de la historia, pero todo esto la llevó a ser expuesta a la radiación y eventualmente murió de una anemia aplásica.
“Las mujeres tenemos una capacidad enorme de realizar ciencia y hacerlo muy bien, Marie Curie es un excelente ejemplo de inspiración para que muchas niñas estudien fenómenos que resultan muy interesantes y hacer grandes descubrimientos”, concluyó la investigadora.