Los principales estados en donde se concentra la captura de sardina en México son: Sonora, Sinaloa, Baja California y Baja
California Sur. Del total de la pesca que se realiza, el 15% se destina para el consumo humano directo y el 75% para la producción de harina y aceite, los cuales llegan al consumo humano de manera indirecta.
La producción anual de harina de pescado genera en México, más de 2 mil empleos directos, debido al método que se emplea para su elaboración, el cual requiere de personal especializado, ya que la sardina es procesada mediante técnicas de cocido, prensado, secado a vapor, molido y empacado de manera semi automatizada.
De las especies de pelágicos menores que se pescan, cinco, la Sardina Crinuda, Sardina Monterrey, Sardina Japonesa, el Charrito y Macarela, se pueden utilizar para el consumo humano directo, y el resto, como son la Sardina Bocona, Sardina Piña y Anchoveta se emplean únicamente para la creación de harina, con la que se alimentan a otras especies.
Es por ello, que la harina de pescado, es considerada el #AlimentodelAlimento, al alimentar a especies que formarán parte de la comida del ser humano. La creación de esta harina es indispensable para producir otras especies marinas, destinadas para el consumo humano. Lo que la hace un sustento fundamental para la soberanía alimentaria de México. Por lo tanto la sardina también llega al consumo humano de manera indirecta.
Las especies que se alimentan de la harina de pescado son el camarón, la tilapia, la trucha, el bagre y la rana, y les brindan muchos beneficios, ya que contienen ácidos grasos omega 3 que son indispensables para el adecuado crecimiento de los animales. Además, contiene una fuente concentrada de proteína de excelente calidad.