En el Día Mundial de las Legumbres, celebramos a una de las leguminosas más antiguas en nuestro continente, con millones de años: el frijol.
Aunque los frijoles silvestres se pueden encontrar desde el sureste de Canadá hasta el norte de Argentina, México es considerado como el centro de la diversidad del frijol pues en su territorio hay poco más de 70 especies silvestres. De ellas, alrededor de 30 no crecen en ningún otro lugar, son endémicas de México.
En el marco del Día Mundial de las Legumbres, este 10 de febrero hay que revalorar la riqueza de las más de 70 especies de frijol silvestre que posee México y considerar todos sus beneficios que nos otorga, desde el campo hasta la cocina, importantes para lograr una seguridad alimentaria.
Los frijoles crecen en ambientes diversos y a distintas alturas desde las zonas costeras hasta las faldas de los volcanes a dos mil metros de altura. Ya sean rojos, negros, blancos o pintos; con formas redondas o de riñón “la variación entre sus colores y tamaños fueron gracias a los procesos de domesticación a los cuales fueron sometidas algunas especies silvestres por nuestros antepasados”, reveló Alfonso Delgado Salinas científico del Instituto de Biología de la UNAM.
Si bien México es cuna de la diversidad de frijoles silvestres, sólo cinco especies fueron domesticadas. El cultivo del frijol comenzó hace 3 mil 500 años, aproximadamente, pues los restos arqueológicos presentan semillas cultivadas de tres mil años de edad. Sin embargo, toda la variedad actual de especies silvestres de esta legumbre existe desde hace millones de años. Eso nos habla de un grupo de plantas de gran éxito, comentó el investigador.
Los Estados con mayor diversidad de especies silvestres son Jalisco, Durango, Oaxaca, Chiapas y Nuevo León; mientras que las entidades con menores números son la península de Yucatán, Tabasco y Tlaxcala. Como dato curioso: Nuevo León es la entidad con mayor número de especies endémicas, pues posee cuatro, mientras que la península de Yucatán no posee ninguna, expone Delgado Salinas en el libro El Frijol. Un regalo de México al Mundo, publicado por Fundación Herdez.
La principal amenaza que enfrentan los frijoles silvestres es el cambio climático ya que 49 especies crecen en ambientes templados a fríos, subhúmedos a semiáridos, en bosques de coníferas y encinos, los cuales tenderán a desaparecer al incrementar la temperatura.
El libro El Frijol. Un regalo de México al Mundo, puede ser adquirido en el siguiente enlace:
http://biblioteca.herdez.com.mx/index.php/publicaciones/coleccion-tonacayotl/el-frijol
*Con información adicional del artículo “Diversidad y distribución de los frijoles silvestres en México” de la Revista Digital Universitaria.