Aves migratorias, un bioindicador del planeta que no entiende de fronteras

El desplazamiento de estos pájaros tiene como objetivo la búsqueda de recursos disponibles en cada zona del mundo y para ello "atraviesan fronteras geográficas significativas como mares, montañas o desiertos", explica Ana Bermejo, técnica del Programa Migra en SEO/BirLife, quien cree que su

conservación es cada vez "más difícil" debido a los cambios o la destrucción directa de sus hábitats por la acción humana y la crisis climática.

No obstante, poseen una importante capacidad de adaptación con la que modifican sus rutas y, por ejemplo, "parte de la población de algunas especies se queda a pasar el invierno en España" en lugar de migrar como antes.
Cambio de estrategia

En el caso de la golondrina, Bermejo indica que "cada vez llega antes a las zonas de reproducción" debido al aumento de temperaturas y, en el de la cigüeña, "la población reproductora española se está asentando" al encontrar alimento en vertederos y arrozales.

Los cambios en su comportamiento revelan alteraciones del medio natural que "también afectan al ser humano" por lo que puede considerárselas como un "bioindicador del estado de salud de la Naturaleza para descubrir lo que ocurre a nuestro alrededor".

Para proteger las aves migratorias es preciso impulsar la cooperación internacional, puesto que el esfuerzo para custodiarlas durante su época de reproducción les garantiza seguridad "sólo parte del año" pero no cuando abandonan las zonas protegidas en España.

Programa Migra

El Programa Migra impulsado por SEO/BirdLife con la Fundación Iberdrola España estudia sus desplazamientos con el registro de más de 1.200 ejemplares de 32 especies distintas, marcados con sistemas de geolocalización y seguimiento remoto.

Así, "se pueden conocer las fechas de inicio y fin de sus migraciones, los lugares de parada y puntos de alimentación, el tiempo que tardan en estos viajes, la repetición en la emigración, las áreas de invernada o el cambio de las rutas", resume Bermejo.

Milano negro

El milano negro es la especie protagonista del Día Mundial de las Aves Migratorias este año: se trata de una rapaz migradora transahariana cuyas poblaciones pasan el invierno en el Sahel africano pero "aún falta mucho por saber acerca de sus rutas".

El doctor en Biología y profesor de Zoología de la Universidad de Oviedo, David Álvarez, también ha destacado el papel biológico de las aves migratorias que, además de proceder a un "importante trasiego de biomasa de unas zonas a otras", se alimentan de insectos como el mosquito tigre, por lo que sin ellas "el ecosistema se desajustaría y sufriríamos efectos negativos en cascada" como la proliferación de insectos.

Álvarez admira la "auténtica libertad de no tener fronteras" de estos pájaros y también destaca la relevancia de estudiar sus rutas para garantizar su conservación, además de proteger los espacios que permiten su supervivencia, como los humedales. 

Maratón Ornitológico

El Día Mundial de las Aves Migratorias presenta este año el lema ‘Canta, vuela, vuela, ¡como un pájaro!’ para inspirar y conectar a la población en "un esfuerzo por proteger a las aves", ha señalado el biólogo y técnico de SEO/BirdLife, Jordi Prieto, encargado de organizar el vigésimo primer Maratón Ornitológico de esta organización conservacionista.

Se trata de un encuentro que este fin de semana buscará "identificar el mayor número de aves" posible, con la misión de "recabar datos y registrarlos" en la plataforma ‘eBird’.

Para ello Prieto propone participar bien desde casa o desplazándose por equipos a la Naturaleza para "disfrutar de ella mientras contemplamos e identificamos a las aves". EFEverde

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