ALEMANIA, 23 de noviembre de 2021.--- La reciente investigación recopiló datos satelitales de 293 urbes europeas para cuantificar
el impacto que los árboles y los bosques tienen. En los lugares donde no habían árboles, la temperatura fue más alta.
Una reciente investigación publicada este martes (23.11.2021) por la revista especializada Nature reveló que las zonas urbanas europeas que disponen de árboles son aproximadamente de 2 a 4 veces más frías que aquellas que no tienen este tipo de plantas.
Esta es la principal conclusión de un trabajo que lidera la Escuela Politécnica Federal (ETH) de Zúrich -Suiza-, realizado a partir de datos satelitales sobre las temperaturas de la superficie terrestre y la cubierta vegetal de 293 ciudades europeas.
Si bien se sabe que los árboles influyen en las temperaturas, su eficacia para mitigar el calor urbano en diferentes contextos climáticos y en comparación con los espacios verdes urbanos "no se ha estudiado lo suficiente", según explicó Jonas Schwaab, líder de la investigación.
Espacios con árboles son más frescos
Los autores descubrieron que los espacios verdes urbanos sin árboles son en general menos eficaces a la hora de reducir la temperatura de la superficie terrestre y su efecto de enfriamiento es aproximadamente 2-4 veces menor que el inducido por los árboles urbanos.
El efecto refrescante de los árboles proviene en gran medida de la sombra y la transpiración, que es cuando el agua dentro del árbol se libera en forma de vapor a través de sus hojas. Este proceso toma la energía calorífica del entorno para su evaporación, reduciendo la temperatura circundante.
Diferencias entre regiones y estaciones
Por otro lado, los expertos demostraron que estas plantaciones urbanas conllevan temperaturas más bajas que las del tejido urbano en la mayoría de las ciudades europeas en verano y durante el calor extremo, diferencia marcada especialmente alta en las ciudades de Europa central.
El enfriamiento durante las diferentes estaciones también muestra un claro patrón regional. En ciudades del sur de Europa -por lo general con suelos más secos- como Córdoba (España), y de Turquía, como Gaziantep y Antalya, el enfriamiento durante la primavera es mayor que el que ocurre en verano.
En las ciudades europeas de todas las demás regiones el enfriamiento es más alto durante la época estival.
Además, el enfriamiento durante el otoño es más bajo en todas las ciudades y regiones, en comparación con el enfriamiento en verano y primavera.