El éxito en la conservación de los océanos pasa por extender la protección en alta mar, que representa el 50 % de la
superficie terrestre y atesora una gran riqueza biológica y mineral, ha explicado a EFE la jefa de medio marino y protección ambiental del Instituto Español de Oceanografía (IEO), María Gómez-Ballesteros.
Mientras que el objetivo de conservación del medio marino en la UE se centra en proteger las aguas jurisdiccionales de cada miembro, estás áreas "son mínimas comparadas con la alta mar", explica la integrante del IEO, institución que participa en la conferencia sobre los océanos que se está desarrollando en Lisboa (Portugal).
La experta del IEO asegura que "aunque Europa está haciendo los deberes", como demuestra el compromiso español de aumentar la protección marina "del 13 % actual al 30 % en 2030, con un peldaño intermedio del 25 % en 2025", la conservación del medio marino es "inexistente" en alta mar.
En las áreas que van más allá de las zonas jurisdiccionales, "aguas internacionales sin gestión ambiental", tiene lugar "una lucha entre potencias y multinacionales para explotar los recursos minerales sumergidos".
El monte submarino de Canarias
El monte submarino de Canarias, (un depósito de tierras raras y metales estratégicos esenciales para las tecnologías bajas en carbono), "entraría en este ámbito", ya que "aunque es una zona reclamada por España y Marruecos para incluirla en sus zonas económicas exclusivas", es actualmente "una zona internacional".
"Por sus características biológicas y geológicas, el monte submarino de Canarias es un área a proteger", pero tiene un "gran valor económico" y como "no todos miran con los mismos ojos al fondo del mar, será esquilmado si no se protege".
Para evitar esto, el convenio de la ONU sobre biodiversidad más allá de las fronteras nacionales "promueve la conservación y el uso sostenible de los recursos marinos y organismos vivos en alta mar", donde los países no tienen jurisdicción, por lo que "se apela a un compromiso internacional".
"Al igual que Europa ha suscrito el compromiso de proteger sus aguas para 2030, la ONU está trabajando para conseguir la protección en alta mar", señala Gómez-Ballesteros.
España, "pionera" en el desarrollo de metodologías no invasivas para estudiar espacios marinos protegidos, "podría compartir su experiencia en aguas españolas y trasladar ese conocimiento a los fondos de alta mar para demostrar que existen ecosistemas marinos vulnerables que se pueden proteger".
De hecho, "el IEO está construyendo un barco de 85 metros de eslora para investigación a nivel global que nos permitirá trabajar en aguas profundas y apoyar el compromiso conservacionista más allá de las zonas económicas exclusivas de cada país", asegura la científica.
Nuevos espacios en la Red Natura 2000
Entre los espacios que permitirán a España ampliar la protección de sus aguas figuran "los montes submarinos de Mallorca (Baleares), el Seco de cabo de Palos y el cañón de cabo Tiñoso (Murcia), los cañones del Capbretón (País Vasco) y las gargantas del mar de Alborán (Andalucía)".
Estos ecosistemas se incluirán en la Red Natura 2000, la mayor red para la protección de especies, hábitats, ecosistemas y biodiversidad.
Que el 30 % de la superficie marina española esté protegida en 2030 "no es un eslogan político", sino "un compromiso que ha identificado espacios de alto valor ecológico" en base a los estudios realizados por la flota y personal científico del IEO en el marco del proyecto europeo LIFE Intermares.
La jefa de medio marino y protección ambiental del IEO define el cuidado del océano como "la regulación de las actividades marinas, no su prohibición", ya que "el objetivo es conjugar la conservación con las actividades humanas" para asegurar que los ecosistemas marinos no estén en peligro.