EEUU, 26 de julio, 2022 :-: Al estudiar a hablantes de 45 idiomas, neurocientíficos descubrieron patrones similares en la red lingüística del cerebro.
Durante décadas, neurocientíficos han estudiado ampliamente la "red del lenguaje" del cerebro en los angloparlantes y han creado un mapa bien definido de las regiones del cerebro especializadas en el procesamiento del lenguaje. Ahora, han confirmado que exactamente la misma red se activa en los hablantes de 45 lenguas diferentes que representan 12 familias lingüísticas distintas, lo que podría revelar los procesos cognitivos básicos que subyacen a todo el lenguaje hablado.
"Este estudio es muy fundamental, ya que extiende algunos hallazgos del inglés a una amplia gama de idiomas", dijo en un comunicado la autora principal, Evelina Fedorenko, profesora asociada de neurociencia en el MIT y miembro del Instituto McGovern de Investigación Cerebral del MIT.
Así, los hallazgos, basados en estudios de imagen cerebral con hablantes de 45 idiomas –entre ellos el inglés, el francés, el mandarín y el cantonés–, y publicados en en la revista Nature Neuroscience, apuntaban a una localización clave en el hemisferio izquierdo del cerebro, que incluye regiones en el área de Broca, así como en otras partes de los lóbulos frontal y temporal, que se iluminaban independientemente del idioma que se hablara.
"Red lingüística universal"
Del mismo modo, según el comunicado de prensa, los hallazgos, aunque no son sorprendentes, establecen que la ubicación y las propiedades clave de la red lingüística parecen ser universales. El trabajo también sienta las bases para futuros estudios de elementos lingüísticos que serían difíciles o imposibles de estudiar en angloparlantes porque el inglés no tiene esas características.
Según los científicos del MIT, esto es lo que hace interesante a este reciente mapeo del cerebro; establecer cómo esta "red lingüística universal" une a los hablantes de lenguas con grandes discrepancias de tono y ritmo.
"Ahora que vemos que las propiedades básicas parecen ser generales en todas las lenguas, podemos preguntarnos por las posibles diferencias entre lenguas y familias lingüísticas en cuanto a cómo se implementan en el cerebro, y podemos estudiar fenómenos que no existen realmente en inglés", aseguraron.
Por ejemplo, los hablantes de lenguas "tonales", como el mandarín, transmiten diferentes significados de las palabras a través de cambios en su tono; el inglés no es una lengua tonal, por lo que podría procesarse de forma ligeramente diferente en el cerebro.
"Desde hace muchos años se ha tomado conciencia de la necesidad de observar más lenguas, si se quiere hacer afirmaciones sobre el funcionamiento del lenguaje", afirma Fedorenko.
Los investigadores ahora están trabajando en la creación de tareas de localización de idiomas y en la búsqueda de participantes que representen otros idiomas además de los 45 de este estudio.