Ginebra, 16 de abril 2023—Iris Anethe Andrade Vázquez tiene 19 años. Actualmente estudia el cuarto
trimestre de la carrera de Veterinaria en la Universidad de su municipio, en Xicotepec, en el estado mexicano de Puebla.
Desde que era pequeña detectó un gusto especial por la medicina y, en especial, por los animales. Sin embargo, como en muchas localidades de México, creció con un machismo marcado en el seno de su familia, cuyos integrantes le limitaban sus sueños.
Ella no hizo caso a quienes le decían que aquella no era carrera para una mujer y, gracias a su insistencia y una serie de herramientas que aprendió en la preparatoria (bachillerato), decidió demostrarse a sí misma que podía ser la veterinaria de su comunidad.
-Un largo camino-
Iris cuenta a Noticias ONU que fue un largo camino el que tuvo que cruzar para elegir su profesión. Un camino que comenzó cuando en su escuela participó en un programa que pusieron en marcha el Gobierno Municipal y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Me ayudó a ver la igualdad de género porque muchos primos me decían que esa carrera era muy pesada, que es un trabajo más para hombres, que quién sabe si iba a aguantar. (Estaban) siempre poniendo eso de por medio. (Pero) si en la escuela me están diciendo que lo mismo que hacen los hombres, lo podemos hacer las mujeres ¿Por qué no? Aparte de que es algo que me gusta y me apasiona. Estar en ese programa me ayudó mucho para darme cuenta y descubrir lo que más me gustaba”, dijo.
-Cambio de mentalidad-
A sus 19 años, Iris está convencida que debe cambiarse la mentalidad en la sociedad sobre la capacidad de la mujer para desarrollar las mismas actividades que el hombre.
Como en muchos casos, ella es un ejemplo. Gracias al plan de la ONU, enfocado en el empoderamiento de las mujeres en el campo de las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas, Iris logró cambiar su mentalidad y la de su familia.
“Se debe cambiar esa mentalidad de que las mujeres son delicadas y no podemos hacer cosas pesadas; sí las podemos hacer. Necesitamos igualdad de género. Está muy padre el programa porque hace que los jóvenes seamos abiertos a nuevas experiencias y opiniones, sea de quien sea. Además de que se puede desarrollar más el hecho de que las mujeres estén en las ciencias, en las tecnologías y en las matemáticas”, manifestó Iris.
Ella considera que, aún falta mucho por caminar. En su opinión, este tipo de programas debe comenzar con niñas y niños más pequeños, para que desde su infancia crezcan con perspectiva de género, “ya que desde el crecimiento se inculca el machismo”.
-Dar las herramientas necesarias-
Cynthia Martínez, funcionaria del PNUD en México, recordó que en el 2007 se empezó a trabajar con juventudes desde un enfoque de desarrollo social e inclusión.
El objetivo es darles las herramientas necesarias para tener una ruta en su vida y de esa manera poder acceder a mejores empleos o bien a desarrollarse en el campo que ellos y ellas decidan.
A partir de diversas experiencias se decidió poner la capa de igualdad de género e inclusión social para las estudiantes. De ahí surgió, con la ayuda de (PEMEX), la creación de la caja de herramientas 'Por un México con más científicas, ingenieras y matemáticas’.
La caja de herramientas busca contribuir al proceso formativo de las y los jóvenes a favor de la igualdad de género. El objetivo es lograr una perspectiva crítica sobre la influencia del género en el mundo de la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
Esta perspectiva se suma a los esfuerzos para la construcción de una sociedad inclusiva establecidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030.
Los materiales de esta caja reconocen la capacidad de las juventudes para liderar procesos encaminados hacia una sociedad que valore la diversidad y aproveche y respete sus diferencias, con estilos de vida dignos y sostenibles; también reconocen la convivencia solidaria como fundamental para lograr una sociedad en donde el género no sea una condición de exclusión.
La caja de herramientas contiene:
- Una guía práctica para el personal tutor y de orientación vocacional. Incluye una introducción a temas clave para entender la relación del género en el mundo de las carreras de ciencias, la relevancia del proceso educativo en el tema y las sugerencias para operar la misma caja de herramientas
- Un fichero. Se proponen y explican 11 componentes para una formación a favor de la igualdad de género en las carreras de ciencia a nivel bachillerato y se presenta una ficha de trabajo por cada componente
- Recomendaciones para las escuelas. Se indican algunas recomendaciones para que los planteles fomenten una cultura que favorezca la igualdad de género y elimine prácticas de exclusión y discriminación.
De acuerdo con Cynthia Martínez, una vez que se implementó esa caja de herramientas, se creó un proyecto con dos grandes componentes.
El primero: trabajar con más jóvenes mujeres en temas de ingenierías, ciencia y matemáticas, en cuatro estados del país: Puebla, Veracruz, Yucatán y Ciudad de México con el objetivo de darles preparación y acompañamiento por dos años y medio.
El segundo componente está enfocado en el desarrollo económico a nivel local a partir de la inclusión de las mujeres productoras en un proceso de emprendimiento, en el cual aprenden a generar modelos de negocios más sostenibles, además de vincularlas con las estudiantes que se están aproximando a las carreras de ciencias, para que estas jóvenes puedan conocer su experiencia.
“Es muy amplia y bastante larga la intervención que es complementaria. Se busca acercarles a las ciencias y a estas disciplinas, de tal manera que las jóvenes puedan ampliar su panorama de crecimiento y de aquellas experiencias que les puedan ser útiles en su carrera de vida o en donde quieran priorizar las actividades formativas o laborales con un componente de desarrollo local”, explica Cynthia Martínez.
En el programa también hay hombres, pero el trabajo con ellos se hace desde la perspectiva de las nuevas masculinidades y para que comprendan cómo ellos pueden ser inclusivos y empáticos con lo que hoy día viven las mujeres en temas de desigualdad.
En Xicotepec, se inició un plan intersectorial para diseñar e implementar iniciativas que fortalezcan las capacidades de las jóvenes en las carreras de ciencias.
-Integración en el plan de estudios-
Después de la primera experiencia con PEMEX, la Fundación Zurich también participó en este proceso teniendo un papel importante en el desarrollo de la estrategia.
Cynthia Martínez explicó que el objetivo es que la caja de herramientas pueda ser parte del plan de estudios de cualquier institución pública y privada, por lo que el PNUD y Zúrich están buscando alianzas tanto con gobiernos municipales y estatales, como con el Federal a través de la Secretaría de Educación.
“Nuestra intención es ir desarrollando la estrategia, para que pueda tener este alcance federal. Lo que queremos es medir esta intervención para ejemplificar la pertinencia y medir cuáles son los cambios transformativos en las comunidades. La intención es que podamos dejar toda esta estrategia disponible para toda la educación media superior en México.”
## Resultados positivos en Xicotepec
Por otro lado, para comprobar los resultados de esta estrategia, el PNUD y el municipio de Xicotepec llevan a cabo un plan de trabajo intersectorial en favor de la igualdad de las mujeres en las carreras de ciencias.
El plan se compone por cuatro temas estratégicos y 30 actividades, entre ellas: talleres, prácticas, encuentros y mentorías, recursos para el aula, difusión y fortalecimiento institucional, dirigidos a:
- Incrementar el acceso de las mujeres a oportunidades formativas y experiencias prácticas en las carreras de ciencia
- Desarrollar proyectos interescolares, con enfoque de género y desarrollo comunitario
- Favorecer ambientes de aprendizaje seguros y libres de violencia
- Fortalecer la articulación interinstitucional para abordar las desigualdades de género en las carreras de ciencia
Lupita Vargas, presidenta municipal de Xicotepec, cuenta a Noticias ONU que este es un municipio de la sierra de Puebla con dificultades sociales, culturales, económicas y políticas.
Cuando llegó a administrarlo se encontró con una gran diferencia entre las circunstancias que viven las niñas y niños, y los jóvenes en torno a las posibilidades de continuar o no con sus estudios.
“Cuando platicamos con el Programa de Naciones Unidas nos plantearon la posibilidad de implementar esta caja de herramientas. Nosotras observamos que podíamos incidir en dos temas importantes en este Ayuntamiento: el primero, las brechas de desigualdad; el segundo, (…) la violencia en contra de las mujeres”, recuerda.
La alcaldesa explicó que se inició con una primera intervención en 28 bachilleratos que dio como resultado una realidad muy clara respecto a los entornos en los que se desarrollan las mujeres en este nivel educativo.
En la segunda etapa, se planteó una colaboración de dos años, en dónde se pudiera, además de desarrollar la caja de herramientas, poder fortalecer las redes de apoyo en la comunidad hacia las mujeres jóvenes, y ofrecerles todo el empoderamiento necesario para tomar la decisión de estudiar este tipo de carreras.
“En el caso de los objetivos estuvimos muy claros de lo que queríamos lograr en la comunidad escolar, lo que en 2019 no medimos y ahora sí, fue el impacto que tenía en su núcleo familiar, porque finalmente el impacto de esto también les permitió a muchas de ellas visualizar las desigualdades que existen en sus entornos cercanos”, puntualizó Lupita Vargas.
-Romper los estereotipos-
“Este tipo de programas sirven mucho para romper los roles y los estereotipos de género, principalmente en las comunidades. Esta oportunidad no solamente sirve para que las mujeres se den cuenta de las posibilidades que tienen, sino también de lo que se puede lograr con el núcleo familiar. Hemos crecido con la población objetivo con este método”, añade.
De acuerdo con la alcaldesa, los gobiernos locales tienen en su que hacer diario la oportunidad de generar estos cambios, por lo que asegura que es necesario apostarle a políticas públicas que tienen estrategias, metodologías, rectores y objetivos claros y medibles, que les da la oportunidad de mejorar en ámbitos que son fundamentales.
“Para nosotros el pretexto oportuno que las Naciones Unidas nos puso sobre la mesa, fue el impulsar a las mujeres en las carreras de ciencias, pero indirectamente estamos trabajando en uno de los retos más grandes de México que es la violencia de género”, concluye.