EEUU, 08 de agosto 2023—Seguramente en algún momento haya escuchado la afirmación de que solo
utilizamos el 10 % de nuestro cerebro. Incluso podría haberse topado con la famosa cita que dice: "Incluso Einstein solo usaba el 5 %. Algunas personas podrían trabajar toda su vida y aumentarlo solo al 4 %".
Para empezar, los orígenes de esta idea no están del todo claros. Según varias fuentes, podría deberse a que los métodos iniciales de tinción, esenciales para estudiar el tejido neuronal, solo teñían un pequeño porcentaje de neuronas. Otro posible origen se encuentra en la creencia generalizada de que solo el 10 % de nuestras células cerebrales son neuronas, mientras que el resto son células de soporte llamadas glía. También se ha sugerido que William James, considerado el padre de la psicología estadounidense, pudo haber iniciado esta afirmación.
Esta última teoría se basa en que el periodista Lowell Thomas difundió esta información en el prefacio del libro de autoayuda de Dale Carnegie, "Cómo ganar amigos e influir en las personas". Supuestamente, Thomas malinterpretó la afirmación de James de que una persona promedio "solo desarrolla el 10 % de su capacidad mental latente".
::: **El 100 % del cerebro se utiliza para alguna función :::**
Más allá de su origen, científicos están ampliamente de acuerdo de que esta afirmación es claramente falsa. "Siempre estamos utilizando todo nuestro cerebro", afirmó Erin Hecht, profesora adjunta de neurociencia evolutiva en la Universidad de Harvard, en una entrevista con *Live Science.*
En resumen, según los científicos, el 100 % del cerebro se utiliza para alguna función. Puede que no sepamos todas las funciones, pero cada parte está allí por una razón.
"Es un mito muy extraño", señala Julie Fratantoni, neurocientífica cognitiva y jefa de operaciones del Proyecto BrainHealth de la Universidad de Texas en Dallas, a *Live Science*. Para empezar, Fratantoni señala que ni siquiera está segura de si el 10 % se refiere al volumen cerebral o a otra medida.
"¿Se refiere al 10 % del metabolismo energético? ¿O tal vez al 10 % de la actividad eléctrica? ¿Está relacionado con los niveles de oxigenación en la sangre?". Este mito está tan arraigado que los estudiantes siguen planteando preguntas al respecto. Hecht menciona: "En mis clases, cada vez que alguien menciona este mito, les digo: 'Si solo usas el 10% de tu cerebro, probablemente necesites un respirador'".
Hecht compara la actividad cerebral con la del corazón en reposo; este sigue latiendo, aunque no esté en pleno rendimiento. Del mismo modo, todas las neuronas y células cerebrales están constantemente activas, aunque sea en un nivel básico. "Las neuronas necesitan dispararse en un nivel básico para mantenerse saludables", explica.
## **"Un restaurante lleno con 100 mesas, pero solo tres camareros"**
Así, de acuerdo con expertos, es crucial comprender que "utilizado" en este contexto significa "activado para llevar a cabo una tarea". Por esto, la idea de que solo utilizamos el 10 % es una sobreestimación significativa.
En ese sentido, según explica el neurocientífico Dean Burnett en *Science Focus* de la BBC, el cerebro es un órgano denso que consume gran cantidad de recursos, lo que implica que no hay mucho espacio para vasos sanguíneos vitales. Según algunos estudios, apunta Burnett, esto limita nuestra capacidad para redirigir recursos esenciales de una región cerebral a otra, al punto de que solo podemos activar o "utilizar" alrededor del 3 % de nuestro cerebro a la vez.
Una analogía útil, explica, es imaginar el cerebro como un restaurante lleno con 100 mesas, pero solo tres camareros. Aunque el restaurante está todo usado, solo pueden atender a un máximo de tres mesas al mismo tiempo.
En resumen, la noción de que solo usamos el 10 % de nuestro cerebro es un mito arraigado en la cultura popular, pero que carece de fundamento científico. Aunque sus orígenes son difusos y debatidos, la evidencia de la actividad neuronal en todo el cerebro desmiente esta afirmación. Cada rincón de nuestro cerebro está activo de alguna manera, contribuyendo a funciones esenciales para nuestro bienestar.