LATAM, 08 DE ENERO 2024--La Lista Roja de las especies amenazadas es un indicador creado por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) con el objetivo de informar y crear acciones para la conservación de la biodiversidad.
En ella, la UICN catalogó a 44.000 de las 157.100 especies conocidas en el mundo como en peligro de extinción, de las cuales, más de 14.000 habitan en América Latina.
La lista considera a factores como la caza ilegal, la destrucción de sus hábitats, entre otros, como los principales causantes de la desaparición de cientos de especies.
En 2023, varias de estas especies no lograron salir del estatus de “en peligro” o “riesgo crítico de extinción”, entre las que destacan la vaquita marina y el tití cabeciblanco, que enfrentan un futuro incierto de cara a 2024, pues su población continúa decreciendo.
::: Vaquita marina, víctima del daño colateral
La vaquita marina (Phocoena sinus) es un cetáceo perteneciente a las siete especies de marsopa que existen y es considerada una especie endémica de México. Su población está distribuida en las aguas de Baja California.
Son depredadores y su alimentación se basa principalmente en peces como corvinas o truchas y calamares de las aguas poco profundas del Golfo de California. Los científicos continúan investigando sobre el ciclo de vida de la vaquita marina, pero se estima que viven hasta 20 años en condiciones ideales.
Figura en la Lista Roja de la UICN como una especie “en peligro crítico de extinción”. En su último reporte, la organización informó sobre la existencia en la naturaleza de únicamente 18 ejemplares adultos.
La principal amenaza para la vaquita marina es la pesca ilegal. Quedan atrapadas en las redes usadas para capturar al pez totoaba, otra especie en peligro de extinción muy preciada en el mercado asiático, donde se comercia por sus supuestas propiedades medicinales.
::: Pingüino de las Galápagos, amenazados por los gatos
cambios meteorológicos. (Mike's Birds /Wikicommons)
El pingüino de las Galápagos (Spheniscus mendiculus) es una especie de ave endémica de las Islas Galápagos que vive en libertad al norte de Ecuador y es considerado por la ciencia como uno de los ejemplares más pequeños.
El 95% de la población de pingüinos de las Galápagos está distribuida en la Isla Fernandina e Isabela. Contrario a las demás especies, anidan en pequeños grupos de dos o tres parejas e incuban sus huevos durante aproximadamente 40 días, permitiendo que sus crías se lancen al mar a partir de los tres meses.
La UICN considera al pingüino de las Galápagos como una especie en peligro de extinción a causa de la influencia del fenómeno meteorológico conocido como “El Niño” u Oscilación del Sur (ENOS), que reduce la disponibilidad de presas para alimentarse. Además, las especies invasoras no nativas como el gato doméstico logró reducir considerablemente su población.
::: Tití cabeciblanco, capturados para venderlos como mascotas
El tití cabeciblanco o tamarino cabeza de algodón (Saguinus oedipus) pertenece a la familia de los calitrícidos y es endémico de los bosques del noreste de Colombia.
Su dieta se basa principalmente en insectos, frutos maduros y néctar. Habitan en colonias que tienen en promedio de 3 a 13 individuos con de 2 a 6 adultos y el resto de descendientes juveniles y existen reportes de miembros que vivieron hasta 25 años.
La UICN incluyó al tití cabeciblanco en su Lista Roja de especies en peligro de extinción y considera que está en peligro crítico a causa de la captura ilegal que tiene como objetivo comercializarlos como mascotas exóticas.
::: Delfín rosado, en peligro por factores humanos
El delfín rosado (Inia geoffrensis) es un cetáceo dentado habitante de la cuenca del Amazonas caracterizado por la tonalidad rosácea de su piel.
Su dieta se basa principalmente en peces como corvinas, tetras y pirañas, complementada por tortugas de río y cangrejos. Están ampliamente distribuidos en el Río Amazonas y Orinoco.
La UICN considera al delfín rosado como una especie en peligro de extinción debido a la contaminación, la deforestación de la selva amazónica y en general todas las actividades humanas que contribuyen a la perturbación de su hábitat.
::: Nutria gigante, un animal amenazado por los humanos
La nutria gigante (Pteronura brasiliensis) es un mamífero carnívoro perteneciente a la familia de los mustélidos. Habita principalmente sobre el lecho del Río Amazonas y en el Gran Pantanal.
Es un animal muy social, en la naturaleza convive en grupos familiares de entre 2 y 20 integrantes que se reúnen para alimentarse, dormir, jugar y viajar juntos.
Su alimentación consiste de peces de distintos tamaños, así como cangrejos, serpientes e incluso crías de caimanes y anacondas. Investigadores estiman que su periodo de gestación dura entre 65 y 70 días y dan a luz entre una y cinco crías.
La UICN considera a la nutria gigante como una especie en peligro de extinción a causa de la destrucción de su hábitat, la sobrepesca, la contaminación de los cuerpos de agua y enfermedades transmitidas por animales domésticos, así como el turismo mal administrado.
::: ¿Cómo conservar a las especies?
El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), organización de conservación líder en el mundo, recomienda una serie de acciones para garantizar la conservación de la vida silvestre.
La educación ambiental ha probado en múltiples ocasiones la importancia de contar con comunidades informadas que comprendan el valor de la vida silvestre y de sus hábitats.
Por otro lado, el WWF considera que es importante que a nivel nacional se cuente con personal formado en la conservación de especies que a su vez esté amparado por instituciones públicas y privadas que prioricen las labores de preservación.