EEUU, 7 de junio de 2024 ::: En el marco del Día Mundial del Paciente Trasladado, es importante señalar que el
trasplante de órganos ha salvado diversas vidas, sin embargo, en algunos casos, el ser trasplantado no garantiza la supervivencia. Pese a la administración de medicamentos inmunosupresores para que el procedimiento tenga éxito, existe un porcentaje del 30 por ciento de pacientes que rechazan el órgano que les fue trasplantado.
Por esta razón, un grupo de investigadores del Hospital Houston Methodist encontraron un subconjunto “problemático” de células T, células del sistema inmunológico que son las encargadas de ayudar al cuerpo en la prevención de infecciones en pacientes que reciben el trasplante, por lo que su terapéutica función podría resultar eficaz para prevenir el rechazo del tratamiento.
Para el análisis de esta situación, el profesor asociado de inmunología de trasplantes en el Instituto de Investigación del Hospital Houston Methodist, el Dr. Wenhao Chen, junto a su equipo, hicieron uso de la secuenciación de ARN de una célula individual para analizar la respuesta de las células T CD4+ en el contexto de un trasplante. Esto les permitió descubrir que un subconjunto de células T CD4+ actúan como células madre y generan continuamente células T, mismas que atacan a los órganos trasplantados.
Recientemente, la revista Nature Immunology también publicó una investigación, la cual describe el mecanismo detrás de esa respuesta de células T en modelos de trasplante animal. Se descubrió que el factor de transcripción IRF4 (una proteína humana codificada por el gen del mismo nombre) es necesario para que las células T de ese subconjunto se conviertan en células T las cuales, atacan a los órganos.
Según declaró el Dr. Chen, la clave está en el IRF4 para resolver el problema del rechazo del trasplante o para desarrollar una cura de autoinmunidad."Las células T desempeñan un papel central en la lucha contra las infecciones y el cáncer, pero también son las principales en la mediación de las enfermedades autoinmunes y el rechazo de trasplantes", explica el Dr. Chen.
"Nuestro estudio demostró que el IRF4 es un regulador maestro de la función de las células T. Este descubrimiento permitirá el desarrollo de terapias innovadoras para pacientes con infecciones crónicas, cánceres, enfermedades autoinmunes y órganos trasplantados", afirma el experto en inmunología.
La eliminación de las respuestas no deseadas de las células T CD4+, podrían conducir a la pérdida de órganos trasplantados, y esto eventualmente, podría aplicarse a todos los pacientes trasplantados.
A partir de esta investigación, el desafío es cómo inhibir terapéuticamente el IRF4. Esta se considera una premisa cuya respuesta sería digna ganadora de un Premio Nobel, según el Dr. Chen. A partir de esa solución, la mayoría de las enfermedades autoinmunes y el rechazo de trasplantes se resolverían, si se encontrara una manera de inhibir el IRF4 en las células T activadas.
"Esta revelación sobre el verdadero 'alborotador' dentro de la población de células T CD4+ es solo la punta del iceberg", concluye el especialista del Hospital Houston Methodist, quien afirma que espera que el hallazgo llame la atención de la comunidad científica para motivar a los investigadores y a los pacientes a reconocer la importancia de estos "alborotadores" celulares.