Bangkok, 20 de agosto de 2024 ::: Malasia lanza "diplomacia del orangután" permitiendo a países importadores
de aceite de palma apadrinar a estos primates sin sacarlos del país, en un esfuerzo por mejorar la imagen del sector ante críticas medioambientales de la UE.
El anuncio coincide con la celebración este lunes del Día Internacional del Orangután.
El ministro de Plantaciones y Materias Primas malasio, Johari Abdul Ghani, afirmó que el proyecto, en el que los orangutanes no saldrán de Malasia como previamente anunciaron las autoridades, ha sido concretado en los últimos meses tras el primer anuncio del plan en mayo, según informa la agencia estatal Bernama.
Esta "diplomacia del orangután" busca dar buena imagen al sector del aceite de palma en medio de la polémica con la Unión Europea (UE) por las restricciones a la importación de esta materia prima por motivos medioambientales.
"Todas las actividades (de apadrinamiento) se realizarán en áreas de bosque dentro de plantaciones de aceite de palma con alto valor de conservación", indicó Johari en un acto celebrado el domingo en la provincia de Sabah, donde se estima que hay una población de entre 10.000 y 15.000 orangutanes.
El ministro explicó que los países importadores podrán elegir el nombre del orangután que apadrinen a través de donaciones a la Fundación de Conservación Verde del Aceite de Palma (MPOGCF, en sus siglas en inglés) y también se beneficiarán de ventajas fiscales.
El pasado mayo, las autoridades malasias anunciaron la "diplomacia del orangután" con la intención inicial de enviar temporalmente orangutanes al extranjero, al igual que hace China con sus osos pandas desde 1972.
Malasia, además de tener una población significativa de orangutanes, es el segundo mayor exportador de aceite de palma del mundo.
La UE aprobó el año pasado una normativa para evitar que las importaciones de ciertas materias primas y productos derivados como el aceite de palma, el vacuno, la soja, el café, el caucho, la madera o el chocolate generen deforestación en terceros países.
El aceite de palma, que se usa en una amplia gama de productos, desde alimentos procesados hasta en cosmética y biocombustibles, ha estado vinculado históricamente a la deforestación en Malasia e Indonesia, el mayor exportador, aunque en los últimos años la pérdida de bosques se ha reducido en ambos países.
Malasia e Indonesia, que exportan el 85 % del aceite de palma en el mundo, con la UE como su tercer mayor importador -tras China y Pakistán-, han calificado la medida de la UE de imperialista y discriminatoria hacia los pequeños productores