Hecha con materiales reciclables y de bajo costo, Pablo Ojeda Flores, del posgrado de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), propone un hogar para los asentamientos en la zona conurbada de la Ciudad de México.
“Este proyecto trata básicamente de la cubierta vista como un elemento estructural, dentro del cual es posible que la gente realice sus diferentes actividades hogareñas”, dijo el especialista acerca de la casa.
Materiales Reciclables
A partir de un módulo básico, los mismos habitantes de la casa pueden construirla progresivamente a los propios usuarios, conforme a sus necesidades y posibilidades económicas, ya que el material que se utiliza es el PET (politereftalato de etileno), dichas botellas de plástico rellenas de tierra, que se montarían con una argamasa tipo barro. Se haría un armado para el repellado, cuyo acabado podría ser en yeso. Además de económico, su tiempo de vida es similar al del concreto, incluso sirve como aislante térmico y es poco acústico.
Alternativa económica
Al utilizar las botellas de plástico que encontramos en los refrescos, jugos y agua, se ahorraría 70 por ciento de una construcción tradicional, “esta propuesta es viable y económica para quienes intentan tener una casa donde vivir, y beneficiosa para el medio ambiente, pues además de utilizar material reciclable, podría contribuir a alcanzar un crecimiento ordenado y seguro de los asentamientos en la periferia de la Ciudad de México”, añadió el especialista acerca de esta propuesta de bloques de construcción.
¿Cómo funciona?
Los bloques se fabrican con malla electrosoldada, en la que se pone una cara de cartón y el PET, que les da forma, por último otra capa de cartón, después, se agrega metal desplegado, como tela de gallinero, para recibir el mortero, que les da la fuerza estructural. “Cada uno es de un metro cúbico y no pesa más de nueve kilos, por lo que dos personas pueden manejarlo fácilmente”, explicó Ojeda Flores.