Científicos de la Universidad de Harvard consiguieron crear un sistema que permite a un humano influir con sus propios pensamientos en los movimientos de una rata. Se trata del primer caso documentado de telepatía destinada a la manipulación. ¿Cómo lo hicieron?
El investigador Seung-Schik Yoo de la Harvard Medical School en Boston y su equipo anestesiaron a la rata y la conectaron a un dispositivo que puede canalizar el ultrasonido enfocado directamente (y de manera no invasiva) a la parte de su cerebro responsable del movimiento.
Para realizar el experimento, Seung-Schik Yoo, del Harvard Medical School en Boston (EE.UU.) y su equipo anestesiaron a una rata y la conectaron a un dispositivo de ultrasonido no invasivo: una especie de casco sobre el cráneo del animal apuntando las ondas directamente hacia la zona del cerebro responsable del movimiento.
En otra zona de la sala pusieron un casco de electroencefalografía a un hombre voluntario, un equipo que le permitía recibir y emitir señales. Ambos, hombre y ratón, fueron conectados a computadores que interpretaban las señales eléctricas del cerebro.
Luego, mediante una computadora conectada al humano y a la rata, fue establecido un vínculo entre ambas mentes. Así obtenían el interfaz cerebro-cerebro.
Los científicos monitoreaban las olas del encefalograma humano, cuando el voluntario observaba las imágenes que parpadeaban en un cierto ritmo. Cuando la persona se concentraba mentalmente para "mover la cola", el ritmo de las olas cambiaba.
El trabajo publicado en la revista Plos One dice que no está claro si el experimento funcionará con animales no anestesiados, por lo que ahora buscarán saber si en animales conscientes prevalecerá la voluntad de la mente humana.
El descubrimiento podría conducir a técnicas más avanzadas, por ejemplo, permitir a una persona controlar las partes del cuerpo de otra con sus pensamientos.