Si debo recomendar leer algún libro sobre astronomía quizá mi primera opción sería “El Universo” de Isaac Asimov, a pesar de que fue escrito hace 40 años sigue siendo un referente simplemente porque habla sobre la astronomía desde sus principios.
Asimov mismo aceptaba que si la gente le entendía cuando divulgaba ciencia era “quizá” porque siempre comienza
desde el inicio. Muchas cosas nuevas se han descubierto en los últimos años, principalmente porque ahora se estudia el cielo en todas las longitudes de onda, en especial en aquellas que no penetran nuestra atmósfera y que se han requerido de observatorios espaciales orbitando nuestro planeta allá, donde se pueden captar la luz que no reciben los observatorios terrestres, antes era como cuando veíamos la televisión en blanco y negro, la luz visible es solo una porción muy pequeña de toda la gama de longitudes de onda que componen el espectro electromagnético.
Otros de los grandes descubrimientos se han logrado con las naves que han sobrevolado y han llegado hasta posarse en diferentes cuerpos de nuestro sistema solar como planetas, satélites, asteroides y cometas. La tecnología sobrepasa la capacidad de cualquiera para estar al día de toda la nueva información.
Con la exploración espacial se han descubierto mundos exóticos por sus diferencias con el nuestro, ya sea planetas o satélites, cosas que hace 40 años ni siquiera nos imaginábamos; como satélites cubiertos de lava volcánica, vórtices tipo tormenta de proporciones enormes en los planetas gaseosos, fragmentos de anillos alrededor de Neptuno, agua congelada bajo la superficie de Marte u océanos bajo una costra de hielo en Europa, un satélite de Júpiter. Un ejemplo más es el siguiente: La nave espacial Cassini que se encuentra orbitando Saturno ha sobrevolado varios de sus satélites, uno de ellos muy pequeño es Hiperión, solo tiene 250 kilómetro de diámetro y sus giros son irregulares, las fotografías que ha tomado de éste pequeño cuerpo muestran marcas similares a cráteres pero de formas tan extrañas que los científicos se preguntan ¿qué hay en el fondo de estos cráteres?
Las física nos permite estudiar y conocer características de los cuerpos celestes a pesar de la enorme distancia que nos separa de estos, con solo conocer la distancia a la que órbita un satélite alrededor de Júpiter y el periodo de su órbita nos permite conocer la masa de Júpiter y al saber el diámetro del planeta podemos saber su densidad. La densidad de Hiperión es tan baja que podríamos estar hablando de un satélite poroso.
Es literalmente un universo lo que nos falta por conocer, con cada descubrimiento nacen más preguntas que respuestas, esta es la maravilla de la ciencia, una forma de comenzar a entenderla es leyendo a divulgadores tan extraordinarios como Isaac Asimov.
@SergioUniverso