Un tema de la astronomía es también las atmósferas de los planetas, es la capa de gas que envuelve al planeta y en nuestro sistema solar solamente Venus, Marte y la Tierra cuentan con atmósferas significativas, además del satélite de Saturno Titán y en menor medida el de Neptuno Tritón. No estoy contando aquí a los planetas exteriores ya que son cuerpos gaseosos y en todo caso el planeta es la atmósfera.
La atmósfera de los planetas mencionados es muy diferente unas de otras, la más densa es la atmósfera de Venus, la presión en la superficie es 90 veces mayor que en la Tierra, mientras la densidad de la atmósfera de Marte es una centésima parte de la de la Tierra.
La composición química también varía, aunque originalmente todas contenían dióxido de carbono y nitrógeno, actualmente la atmósfera terrestre se caracteriza por el oxígeno, 21% y solamente un .03% de dióxido de carbono (CO2).
A simple vista perecería que no deberíamos preocuparnos por la contaminación de dióxido de carbono ya que la cantidad en la atmósfera es mínima, sin embargo ésta mínima cantidad es suficiente para subir la temperatura en la Tierra 30°C, sin esta mínima porción de CO2 la temperatura promedio sería de -15° y el planeta sería un planeta de hielo, por otro lado la cantidad de CO2 ha aumentado considerablemente en los últimos 100 años, suficiente como para preocuparnos por la estabilidad de la vida en nuestra Tierra.
El cambio climático es una consecuencia de ésta modificación en la composición de nuestra atmósfera, aunque no el único, se sabe que el Sol sigue aumentando de temperatura poco a poco, hace 4,500 millones de años, cuando se formó la Tierra el Sol calentaba 30% menos de lo que lo hace actualmente, paro al no tener la Tierra una protección contra los rayos Ultravioleta la temperatura en la Tierra era mayor.
Con el proceso maravilloso que es la vida y la fotosíntesis, la atmósfera original de la Tierra cambió, le llevó 2,000 años crear una capa protectora de ozono contra los rayos UV, ésta cifra es enorme si la comparamos con los 50 millones de años que le tomó al sol pasar de una nube molecular a brillar como una estrella.
En un mundo tan ajetreado y con problemas de hambre, guerra y poder, la atmósfera parece lo de menor importancia, sin embargo deberíamos cuidarnos para que éste no pase a ser un tema de prioridad mundial cuando quizá llegue a ser muy tarde.
@SergioUniverso