Se dice que la ciencia comenzó con el uso del telescopio por parte de Galileo Galilei para observar el cielo y encontrar que había mucho más de lo que nuestros sentidos pueden percibir, con la experimentación para confirmar o desechar las creencias que tenemos de la naturaleza.
A partir de entonces la ciencia ha avanzado mucho camino, no sin tropiezos que afortunadamente ha sabido levantarse para continuar. El uso del telescopio llevó al invento del microscopio, y en la búsqueda de respuestas sobre los misterios de la naturaleza se encontraron más y más preguntas.
Los proyectos más caros y más importantes de la humanidad en la actualidad tienen que ver con los dos extremos de nuestra curiosidad, la Estación Espacial Internacional que está en la frontera que nos separa con la inmensidad del cosmos y el acelerador de hadrones (CERN) que busca las respuestas a las preguntas del universo microscópico, el de las partículas subatómicas.
Es curioso que en éste acelerador que analiza la materia en sus partes más pequeñas de su estructura se busquen también las respuestas del Universo entero, su formación y su destino.
No creo que llegue el hombre a responder todas las preguntas, no sería bueno para nadie, la curiosidad del ser humano y la complejidad del Universo en sus versiones macro y micro simplemente son inalcanzables, si algún día se respondieran todas las preguntas la vida, pienso, ya no tendría sentido.
Todos y cada uno de nosotros nos hemos hecho preguntas filosóficas sobre la vida, el universo y la naturaleza. Todos nos creamos una cosmovisión particular, una idea de cómo es que llegamos a donde llegamos, cual es la razón de nuestra existencia. A veces esa cosmovisión es compartida pero sería triste no alcanzar siquiera a preguntarnos cosas tan elementales, aunque nuestras respuestas sean equivocadas, lo importante es hacernos las preguntas.
¿Te has preguntado si tu existencia tiene algún fin? ¿Tienes alguna respuesta a cómo se formó el Universo o la vida? Independientemente de que haya un sinnúmero de libros tratando de responder estas dudas o de la respuesta que nos den cada una de las religiones o leyendas, nosotros deberemos tener una idea que sea congruente con nuestro pensamiento.
Ya pasó la época en que, como a Giordano Bruno, se condenaba a las personas cuando sus ideas no correspondían con las ideas prevalecientes, aprovechemos éste tiempo y reflexionemos, quizá tú, sin saberlo, tienes la respuesta correcta.
@SergioUniverso