Expertos de Israel propusieron en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) la construcción de plantas desalinizadoras de agua de mar como alternativa para cubrir la demanda futura del vital líquido que se presentará en los próximos años.
Durante el taller “Retos del Agua en México: Situación actual y futura, enfoques, tecnologías y soluciones” que se llevó a cabo en la Semana de la Innovación, Ciencia y Tecnología en el IPN, los especialistas coincidieron en la urgencia de crear acuerdos
multilaterales que contribuyan a dar respuesta a la explotación, cuidado, uso y distribución del agua, porque de no atenderse a tiempo esta problemática, se podrían registrar serios problemas, principalmente en los países que se ubican en zonas áridas.
En el encuentro efectuado en las instalaciones de la Dirección General de esta casa de estudios, Avner Adin, presidente de la Compañía Holdings de Israel, explicó que en esa nación se emplea un proceso tecnológico conocido como ósmosis inversa y consiste en
aplicar presión para sacar dos flujos de agua: uno con altas concentraciones de sal y otro sin contenido de sal útil para el consumo humano; la tecnología se aplica en la ciudad de Eilat, al sur de Israel, región que no tenía más fuentes de agua que el mar.
Resaltó que el proceso ha tenido buenos resultados porque se están desalinizando más de 300 millones de metros cúbicos de agua, lo que equivale al 15 por ciento del total del líquido que se utiliza en Israel; “la desalinización se ha convertido en una de las fuentes más importantes, sobre todo para la distribución de agua potable”.
El experto precisó que aunque el agua de desecho que sale de este proceso regresa al mar, para evitar el daño al ecosistema se cuenta con tuberías largas con diferentes salidas, con lo que se logra que no haya un punto del mar muy salino, sino que el líquido se distribuye de la forma más homogénea posible en un volumen más grande de agua; “a 40 años de utilizar este sistema no se tienen indicios de problemas ecológicos”.
A su vez, el subdirector general de Planeación de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), Emiliano Rodríguez Briseño, explicó que México tiene 4 mil 400 metros cúbicos de agua por habitante al año, pero esa cantidad va en descenso poco a poco debido al crecimiento demográfico; “se tienen regiones con demasiada agua como Canadá y zonas con menos agua disponible que Egipto”.
Indicó que se estima que para 2050 la población llegue a 150 millones de mexicanos, lo que impondrá una menor cantidad de agua por debajo de los tres mil metros cúbicos por habitante al año, generando una situación de estrés, lo cual se hace más grave en lo referente a la distribución del recurso hidráulico en el país.
Rodríguez Briseño dijo que tenemos el 32 por ciento del recurso hídrico donde habita el 77 por ciento de la población, en tanto que en la región sureste del país se cuenta con el 68 por ciento del recurso y sólo habita el 23 por ciento de la población, lo que hace una gran diferencia. Llevar el agua de donde hay a donde no la hay requiere de una gran inversión y significa un costo superior a los 40 pesos por metro cúbico de agua solamente para su transporte hacia el centro del país.