Saber si una persona tiene déficit o sobrecarga de hierro en sangre pronto se podría detectar con un simple pinchazo en el dedo y un móvil. Solo hará falta algún dispositivo que separe el suero sanguíneo y la lámina que acaban de inventar químicos de la Universidad de Burgos.
“Se trata de un material polimérico inteligente que cambia de color según la concentración de hierro (cationes Fe2+ y Fe3+) que tenga un medio acuoso”, explica José Miguel García, catedrático de la Universidad de Burgos (España) y autor principal del trabajo.
La técnica consiste en depositar una gota del fluido sobre el material –un fino disco de medio centímetro de diámetro y 0,1 mm grosor–, esperar quince minutos y comparar el resultado con un patrón. Esto se puede hacer a simple vista, pero si se fotografía la lámina con el móvil, se puede cuantificar mejor la concentración de este metal de gran importancia biológica e industrial.
“Los datos de color RGB (rojo, verde y azul) se pueden obtener directamente desde el móvil y procesar en un ordenador convencional, para establecer los niveles del catión según el sistema de referencia”, señala el catedrático, quien reconoce que todavía hay que avanzar en el desarrollo de un software específico.
“En cualquier caso, lo hemos probado con éxito en agua, vino blanco y sangre –añade– por lo que se podría utilizar para actividades como el seguimiento de efluentes industriales, la prevención de sabores desagradables y precipitados en los vinos, o en el diagnóstico de anemia o sobrecarga de hierro, que puede causar desde daño hepático a artritis”.
Los resultados del estudio, que publica el Journal of Materials Chemistry A, muestran que las concentraciones de hierro detectadas están entre las 56 partes por mil millones –o billón anglosajón– (ppb) y las 56 partes por millón (ppm). Esto abarca los rangos máximos para el agua potable establecidos por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de EE UU y la Unión Europea (menos de 300 y 200 ppm, respectivamente).
La metodología también es adecuada para el caso del vino, donde el intervalo habitual de concentración de hierro es de 1 a 10 ppm. Por su parte, el rango normal en el suero sanguíneo –que se obtiene por centrifugación de la sangre– es de 0,8 a 1,8 ppm.
El mismo equipo de investigadores también ha demostrado que se pueden detectar iones de mercurio, un metal sumamente tóxico, utilizando un material y una técnica similar a la del hierro.