La historia de la ciencia está llena de anécdotas y leyendas, en especial la historia de la gravedad tiene tres leyendas muy curiosas.En el siglo XVII Galileo Galilei no era bien aceptado por los maestros colegas porque no les gustaba que Galileo buscaba demostrar que las ideas de Aristóteles estaban equivocadas, específicamente la
idea de que las cosas caen a la Tierra a mayor velocidad si tienen mayor masa, en busca de su estado natural que, según Aristóteles, era el reposo. La leyenda nos cuenta que Galileo subió a la torre de Pisa desde donde dejó caer dos esferas de diferentes pesos, una de madera y otra de metal y frente a sus alumnos demostró que caen prácticamente al mismo tiempo, demostrando así, casi dos mil años después, que Aristóteles estaba equivocado. Aparentemente éste experimento no lo hizo desde la torre inclinada de Pisa.
Posteriormente Newton media siglo más tarde formulaba las leyes del movimiento de los cuerpos y al igual que Galileo afirmaba que un cuerpo se mantendría en movimiento rectilíneo y uniforme mientras no se ejerciera una fuerza externa sobre él. El estado natural de los cuerpos no es el reposo, en cuanto a la ley de gravitación universal que en su diario Newton afirma haber concebido la idea al ver caer una manzana también se tradujo en leyenda el que la manzana le cayera sobre su cabeza, de esta forma la mente brillante de Newton lo llevó a preguntarse hasta donde la Tierra ejercía la fuerza de atracción sobre la manzana, llegando a la conclusión de que esa misma fuerza es la que hace caer a la Luna sobre la tierra, el fenómeno que impide que la luna en su caída colisione con la tierra es que la luna se mueve a tal velocidad alrededor de nuestro planeta que hay un equilibrio entre la caída y la curvatura de la tierra, lo que conocemos como estar en órbita.
Albert Einstein tuvo también una idea con respecto a la gravedad a lo llamó el principio de equivalencia, afirmó haber sido la idea más feliz de su vida, la leyenda dice que trabajando en la oficina de patentes, Einstein vio caer de lo alto a un trabajador, al darse cuenta que sus herramientas caían al mismo tiempo con él Einstein imaginó que en un cuarto cerrado sin ventanas al exterior una persona no puede concluir si se encuentra en un campo gravitacional o si el cuarto está siendo acelerado con una aceleración g. Si la persona en ese cuarto deja caer unas llaves estas caerán al piso de la misma forma siendo que se encuentre en un campo gravitacional o uno acelerado, si por el contrario sobre el cuarto no se ejerce ninguna aceleración o se encuentra en caída libre la persona no sentiría ninguna presión contra el suelo y empezaría a flotar, si saca las llaves de la bolsa estas se mantendrán flotando de la misma manera que él. Los astronautas en la estación espacial parece que están flotando cuando en realidad están en caída libre, y a la vez a una velocidad que impide que lleguen a la tierra.
@SergioUniverso