Durante años se consideró a Marte un planeta geológicamente simple, compuesto en su mayor parte por un solo tipo de rocas, a diferencia de la Tierra que posee una geología muy rica y compleja. Las rocas que cubren la mayor parte de la superficie de Marte son rocas volcánicas de color oscuro, del tipo conocido como basalto, una clase de roca que por ejemplo también abunda en Hawái.
Sin embargo, a principios de 2013, el robot Curiosity sorprendió a los científicos al descubrir suelos con una composición similar a la del granito, una roca ígnea común de color claro.
¿Cómo explicar la presencia de granito en Marte?
El equipo de James Wray, profesor en la Escuela de Ciencias de la Tierra y de la Atmósfera del Instituto Tecnológico de Georgia (Georgia Tech), ubicado en la ciudad estadounidense de Atlanta, ha encontrado más indicios de la presencia de granito en Marte, y ha desarrollado una nueva teoría de cómo el granito, una roca ígnea común en la Tierra, pudo haberse formado en el Planeta Rojo. Los resultados sugieren un Marte geológicamente mucho más complejo de lo que se creía anteriormente.
En un antiguo volcán marciano se hallaron grandes cantidades de un mineral conocido como feldespato y que está presente en el granito. Además, minerales que suelen ser comunes en los basaltos, los cuales son ricos en hierro y magnesio, y que abundan en Marte, están casi completamente ausentes en esta ubicación. La presencia allí del feldespato es la clave que señala la explicación más plausible de cómo pudo formarse el granito en Marte.
El granito, o su equivalente eruptivo, la riolita, se encuentra a menudo en la Tierra en regiones tectónicamente activas, como por ejemplo las zonas de subducción. Esto es poco probable en Marte, pero el equipo de investigación ha llegado a la conclusión de que una actividad magmática prolongada en Marte también pudo producir estas rocas a gran escala. Esa sería por tanto la explicación.