Una función de la astronomía es el registro del paso del tiempo. En las diferentes culturas las fechas se han registrado partiendo del reinado de algún emperador o de la fundación de alguna ciudad o imperio, como es el caso del calendario romano que se basa en la fundación de Roma. El calendario hebreo comienza, según el
Génesis de la biblia Hebrea; los musulmanes marcan el inicio de su calendario en el siglo VII de nuestra era y en el cristianismo el calendario comienza con el nacimiento de Jesús, sin embargo según algunos estudios arqueológicos Jesús no nació en el año uno sino al menos 3 años antes, algunos historiadores marcan el año 4 a.C. como el año del nacimiento de cristo.
Hablando de éste acontecimiento solamente el evangelio de San Mateo menciona a la estrella de Belén y los reyes magos de oriente, es curioso que ninguno de los otros evangelios mencionara la estrella de Belén, ni siquiera el evangelio de San Lucas que es el otro evangelio que escribe sobre el nacimiento de Jesús. Esto puede interpretarse como que la estrella de Belén no existió en realidad pero fue una concesión del autor para relacionar el nacimiento del salvador con un evento astronómico. Pero si efectivamente existió la estrella de Belén que guío a los reyes de oriente (que seguramente venían del valle de Mesopotamia) debió ser un acontecimiento que duró varios días o semanas, no pudo ser un evento común como la aparición de Venus al atardecer o un eclipse lunar ya que se conocía como magos a los sabios que sabían de éste tipo de evento astronómico y difícilmente les darían la interpretación que menciona San Mateo, eventos posibles son la aparición de un cometa o la de una supernova, estos eventos duran varios días, solo que en aquel entonces los cometas se consideraban de malos augurios y no anunciantes de buenas nuevas, por otro si hubiera sido una supernova quizá pudiéramos encontrar los restos como los hay de la supernova de 1054 que registraron los chinos y que se conoce como la nebulosa del cangrejo, aparentemente no se tiene registro de restos de supernovas que correspondan a esas fechas, si fue no una supernova sino una nova entonces no hay registros suficientes para afirmar que fue la estrella de belén, otro fenómeno astronómico que se menciona en los registros científicos es la de una conjunción de planetas, sin embargo como se mencionó antes son eventos que los sabios de oriente pudieron haber conocido de antemano sin referirlo a un anunciamiento.
Ahora que si efectivamente fue un evento milagroso entonces la ciencia simplemente no es capaz de explicar científicamente éste fenómeno astronómico, quien se precie de ser cristiano puede y debe aceptar éste tipo de milagros como parte intrínseca del Dios que venía al mundo.
Personalmente pienso que el mayor milagro es que estas fechas sean motivo de unión familiar, de perdón y de amor para el prójimo en todo el mundo civilizado.
@SergioUniverso