Los buitres africanos son famosos por su rapidez para hallar cadáveres de animales, tanto que en algunos lugares de África se creyó tradicionalmente que estos animales, ya de por sí lúgubres, tenían un poder sobrenatural de clarividencia acerca de las muertes futuras.
Sin embargo, aún más intrigante que la pregunta de "¿Cómo logran esa rapidez?" es la de "¿Dónde creen que hallarán más comida?" Porque hay que tener en cuenta que para encontrar con rapidez un cadáver el buitre debe estar patrullando por el lugar idóneo. Y en África los espacios a vigilar son enormes.
El equipo de Corinne Kendall, experta en buitres de la Universidad de Columbia en la ciudad estadounidense de Nueva York, y consejera técnica sobre el buitre africano en la Wildlife Conservation Society (WCS) (Sociedad para la Conservación de la Fauna y la Flora), ha descubierto que los buitres, más que congregarse allá donde los animales sean más abundantes, acuden a zonas cuyas condiciones hacen más probable que los animales allí presentes mueran.
Durante décadas, los científicos han asumido que los buitres acuden a donde más animales se concentran en cada momento. En el caso del ecosistema de Mara-Serengueti, eso correspondería a las manadas migratorias de ñus, que en años recientes se contabilizaron por millones. En cambio, en el nuevo estudio se comprobó que los individuos de dos de las tres especies de buitres estudiadas seleccionan preferentemente áreas con lluvia escasa, en las que es más probable que la sequía mate a los animales que allí moran.
En la investigación se constató que los buitres dedican su atención a las inmensas manadas de ñus sólo durante la estación seca, cuando cientos de ñus mueren cada día, ya sea por hambre (la sequía destruye fuentes de comida vegetal, y eso a su vez provoca hambrunas) o ahogados por sus peligrosos cruces de ríos mientras buscan tierras donde nutrirse.
En resumen, los buitres no vigilan las áreas con mayor población de fauna, sino aquellas donde es más probable que los animales mueran. Esto demuestra que para los buitres la mortalidad de sus presas es más importante que su abundancia, tal como indica Kendall.
Otro hallazgo, quizá aún más asombroso, es que el resto del año los buitres viajan a enormes distancias en busca de comida. De noviembre a junio, los buitres viajan a través de Kenia y el norte de Tanzania; algunos individuos cubren un área de más de 200.000 kilómetros cuadrados (77.000 millas cuadradas). La extensión de esta superficie es mayor por ejemplo que la ocupada por Uruguay.
En la investigación también han trabajado Daniel I. Rubenstein de la Universidad de Princeton en Nueva Jersey, Estados Unidos, Munir Z. Virani de los Museos Nacionales de Kenia en Nairobi, J. Grant C. Hopcraft de la Sociedad Zoológica de Fráncfort en Alemania, y Keith L. Bildstein del Centro Acopian para el Aprendizaje de la Conservación del Medio Ambiente en Orwigsburg, Pensilvania, Estados Unidos.