Llamativa estructura cósmica en forma de mano humana

 

mano

Una imagen captada por el satélite astronómico NuSTAR está causando sensación por su curiosa forma de mano humana.

El azar y la naturaleza son capaces a veces de generar formas tan parecidas a objetos reconocibles que no resulta extraño que en el pasado mucha gente le atribuyera un carácter sobrenatural a manifestaciones de esta clase.

La estructura captada en la nueva imagen a buen seguro se habría considerado siglos atrás en algunas sociedades una prueba contundente de la existencia de Dios.

La "mano" en cuestión ha merecido el apelativo coloquial de "La Mano de Dios" por su obvio carácter imponente y porque parece estar manipulando una nebulosa.

La nueva imagen de la "Mano de Dios" muestra una nebulosa brillando a 17.000 años-luz de distancia, energizada por una estrella muerta que gira sobre sí misma a enorme velocidad, dando cerca de 7 vueltas completas cada segundo. Este cadáver estelar, llamado PSR B1509-58, es un púlsar, el resultado de la muerte de una estrella que estalló en forma de supernova.

El púlsar tiene sólo unos 19 kilómetros (12 millas) de diámetro, pero una importante parte de la masa de la estrella está ahí concentrada, por lo que el astro tiene una densidad colosal.

Según la teoría más aceptada, cuando una estrella masiva agota su combustible nuclear, su núcleo se contrae bajo su propio peso. A medida que se contrae, más prensada está la materia, hasta que llega un punto en el que los protones y los electrones del núcleo de la estrella se fusionan y producen neutrones.

Si la masa de la estrella no es demasiado grande, puede permanecer estable en este estado, y en tal caso ha nacido lo que se conoce como estrella de neutrones o púlsar. Se trata de un objeto muy denso, tanto como lo sería el Sol si se le comprimiera para hacerle caber en una esfera de unos 10 kilómetros (6 millas) de radio.
En su frenética y exótica actividad actual, PSR B1509-58 acelera partículas de su entorno que son disparadas contra los restos de la estrella que fueron expulsados en la explosión.

Estas partículas interactúan con los campos magnéticos de este caótico escenario, que hacen brillar notablemente a la nube en la banda de los rayos-X. El resultado es una estructura que ya en imágenes anteriores se parecía a una mano abierta, con el reverso visible y la palma oculta.

En la nueva imagen se aprecia detalladamente. De hecho, la semejanza con una mano es tanta, que incluso se distingue cuál dedo es cada uno, y que la mano es la izquierda. También se aprecia la postura de la mano, con el meñique proyectado hacia delante de manera que no se ve entero.

 

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