La misión Gaia de la Agencia Espacial Europea (ESA), destinada al estudio de mil millones de estrellas, ya puede ver con claridad. El que está considerado como el GPS de la Vía Láctea ha enviado su primera imagen, que muestra un denso cúmulo de estrellas en la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite de la nuestra.
Esta imagen de calibración fue tomada durante las actividades de puesta en servicio de la misión para «afinar» el comportamiento de los instrumentos. Es una de las primeras fotografías propiamente dichas tomada por Gaia, pero irónicamente también será una de las últimas. Cuando la nave comience sus observaciones rutinarias generará una gran cantidad de datos. Para trabajar con eficacia, sólo enviará a Tierra pequeños ‘recortes’ centrados en cada una de las estrellas que figuran entre sus objetivos.
Gaia se lanzó en diciembre de 2013 y actualmente se encuentra en órbita alrededor de un punto virtual conocido como L2, situado a 1,5 millones de kilómetros de la Tierra. Su objetivo principal es confeccionar el mapa más preciso de la Vía Láctea, midiendo con precisión la posición y el desplazamiento de un 1% de su población de estrellas, que se estima en unos 100.000 millones. Sus resultados ayudarán a los científicos a comprender mejor el origen y la evolución de nuestra galaxia.
Cada estrella, 70 veces
Gaia escaneará el firmamento de forma repetitiva, observando cada una de estas mil millones de estrellas una media de 70 veces a lo largo de los cinco años que durará su misión. Además de determinar su posición y desplazamiento, también estudiará las propiedades físicas fundamentales de cada estrella, como su brillo, temperatura o composición química.
Para ello, el satélite rota lentamente sobre sí mismo, barriendo el firmamento con sus dos telescopios que focalizan sus haces independientes sobre una única cámara digital, la más grande jamás lanzada al espacio, con casi mil millones de píxeles.
Pero primero hay que alinear y enfocar los telescopios, y calibrar con precisión todos sus instrumentos, una delicada tarea que llevará varios meses. Cuando haya concluido, Gaia podrá empezar su fase operativa, que durará cinco años.
Como parte de este proceso, el equipo de Gaia utiliza un modo de pruebas para descargar secciones de datos de la cámara, entre las que se incluye esta imagen de NGC1818, un joven cúmulo de estrellas en la Gran Nube de Magallanes. Esta imagen cubre menos de un 1% del campo visual de los instrumentos de Gaia.
El catálogo final de Gaia no estará disponible hasta tres años después del fin de las operaciones de la misión, aunque se realizarán publicaciones intermedias. No obstante, si Gaia detecta algún objeto que cambie con rapidez, como una supernova, emitirá una alerta en cuestión de horas. Al final de su misión, el archivo de datos de Gaia superará el millón de gigabytes, el equivalente a unos 200.000 DVD.