Tres astronautas rusos, dos estadounidenses y un japonés, confinados en la Estación Espacial Internacional (EEI) que circunnavega la Tierra a 27.000 kilómetros por hora, continuaban ayer preparándose para terminar su última semana de trabajo juntos, ajenos a la tensión creciente entre sus Gobiernos.
Bajo el mando del ruso Oleg Kotov, la trigésimo octava tripulación de la EEI incluye a sus compatriotas Mijail Tyurin y Sergei Ryazanskiy, a los astronautas estadounidenses Ric Mastracchio y Michael Hopkins y al japonés Koichi Wakata.
Orbitando a más de 385 kilómetros de los conflictos que separan a las dos potencias mayores, los seis hombres desarrollan labores de mantenimiento mientras tres de ellos se preparan para el retorno a casa después de seis meses en el espacio.
La agencia espacial estadounidense NASA indicó que Kotov, Hopkins y Ryazanskiy saldrán de la EEI dejando paso a la trigésimo novena tripulación, que estará al mando del japonés Wakata, quien llegó al puesto orbital el 7 de noviembre.
Los tres hombres, que viajarán a la Tierra en una nave rusa Soyuz, dedicaron la jornada a la inspección de los trajes Sokol que usarán durante la travesía, indicó la NASA.
La Soyuz saldrá de la EEI el 10 de marzo a las 01.04 GMT del 11 de marzo y aterrizarán al sureste de la localidad de Dzherzkazgan en Kazajastán a las 14.26 GMT de ese mismo día.
Estos tripulantes habían llegado al puesto orbital, un proyecto de 100.000 millones de dólares en el cual colaboran 15 países, el 25 de septiembre, menos de seis horas después del lanzamiento de su nave desde el Cosmódromo ruso en Kazajastán.
Imperturbada por las querellas entre sus Gobiernos, la cooperación de Rusia y Estados Unidos en la misión de la EEI se hizo más estrecha desde julio de 2011 cuando concluyó la última misión de un transbordador espacial estadounidense.
Los "shuttles", que habían iniciado sus misiones en abril de 1981 y cuya historia quedó signada por la destrucción de dos naves y la muerte de 14 astronautas, fueron vehículos decisivos para la construcción de la EEI.
Durante tres décadas los transbordadores llevaron al espacio las porciones de vigas, los módulos de habitación y laboratorios, los equipos y los suministros que han permitido la presencia de humanos en el espacio de forma permanente.
Desde que EU terminó las operaciones de transbordadores, la mayor parte del acarreo de tripulantes, equipos y suministros se ha hecho con las naves Soyuz rusas.
Washington firmó un contrato con Moscú por el cual paga casi 63 millones de dólares por cada astronauta en el taxi espacial hasta 2015.
El Gobierno de EU inició la privatización de la exploración espacial, y dos firmas ya han fabricado y probado cápsulas capaces de llevar materiales a la EEI, pero el transporte de humanos sigue dependiendo de las naves rusas.