Finalmente se presentó la actualización del programa de divulgación científica que acerco a muchísima gente a la astronomía hace más de 25 años. Después de tantos nuevos descubrimientos y nuevas tecnologías era conveniente llevar a las nuevas generaciones una versión nueva de “Cosmos”.
Mucha gente me pregunta acerca de cuál es el interés por conocer sobre las cosas que obviamente están fuera de nuestro alcance, lugares que no vamos a visitar en nuestras vidas ni a lo largo de muchas generaciones, la primera respuesta es “para satisfacer nuestra curiosidad” misma que ha ido más allá de lo que nunca pensamos, el estudio del universo nos ha llevado mucho más lejos de lo que nuestra mente hubiera podido imaginar. Si fue difícil para las generaciones de hace cinco siglos apenas imaginar el verdadero tamaño (forma y movimiento) de nuestro planeta, ahora nos parece inconcebible no solo la cantidad de estrellas en nuestra galaxia, mucho menos el número de galaxias que nuestros instrumentos han podido “ver”, somos una pizca de polvo en el océano cósmico.
Una mejor respuesta, desde mi particular punto de vista, es que la astronomía es la introducción a la ciencia, nuestro país está urgido de gente profesionalmente preparada, en especial en la parte científica y de investigación. La astronomía es la puerta de entrada, no solo en el mundo de la física, también en el de la química y la biología, en los sistemas computacionales y la robótica, en la ingeniería espacial y en la óptica. Los países que gobiernan el planeta son aquellos que apostaron por la ciencia y la tecnología, los mejores científicos mexicanos tienen las puertas abiertas en el extranjero y generalmente emigran por falta de oportunidades en su país natal.
La situación económica que tenemos desde hace medio siglo hace que el principal interés de los jóvenes es estudiar una carrera que les reditué económicamente, mientras que quienes se deciden por el estudio de una carrera científica son aquellos que lo hacen por convicción, aquellos que desde la niñez algo despertó su curiosidad y quisieron comprender los misterios de la naturaleza, no son mentes privilegiadas, simplemente quisieron satisfacer su necesidad de entender el mundo que nos rodea.
Uno de los espacios en México dedicados a la divulgación de la ciencia es el museo Universum, muchos niños, jóvenes y adultos pueden pasar horas descubriendo la belleza del conocimiento, hacen falta lugares dedicados a la divulgación científica, o en su defecto, como lo hace el programa Cosmos, debería haber alguna serie televisiva que muestre a los niños el desarrollo científico de mexicanos ilustres que han luchado por expandir la ciencia en nuestro país.
Tenemos mucho que crecer, mucho que enseñar y mucho que aprender. Tenemos un país rico en recursos naturales, hace falta desarrollar la riqueza humana.
@SergioUniverso