Hace unas semanas tuve la oportunidad de conocer a personas de Comunidad y Biodiversidad A.C. (COBI) y me dieron un impreso llamado “Construyendo sociedades costeras robustas. Una propuesta basada en incentivos para la conservación de los ecosistemas marinos de México”, donde se señala que, debido a las transformaciones biogeográficas de Baja California, México, los ecosistemas marinos ubicados en sus costas se encuentran en niveles de diversidad biológica y productividad muy altos.
En el escrito, se menciona la existencia de un bosque “relicto” de sargazo gigante sumamente productivo. El bosque aloja un gran número de invertebrados de valor comercial importante y especies pelágicas que contribuyen a la conservación de un complejo mosaico de megafauna marina.
Asimismo, se hace saber que, a principios de los años cuarenta, como una manifestación del movimiento revolucionario en nuestro país, las cooperativas pesqueras recibieron derechos de acceso a pesquerías costeras de alto valor, como el abulón, la almeja, la langosta, el camarón y el ostión, y por ello, las cooperativas privilegiadas estaban obligadas por ley a laborar de forma colectiva, pagar impuestos y apoyar a las autoridades con el monitoreo de su concesión.
En los noventa se favoreció, con políticas contradictorias, a las flotas industriales; las concesiones territoriales fueron una huella del sistema que operaba en México que estimuló el desarrollo de pueblos pesqueros. Actualmente, el sistema de acceso privilegiado que poseen comunidades costeras está limitado a ciertas especies. Hay bancos que son afectados y sufren mortalidades masivas debido a variaciones ambientales que los coloca en grave riesgo de subsistencia de las economías pesqueras de la localidad. El cambio climático es un fenómeno que afecta, entre otros, a los abulones por una disminución de oxigeno.
De 14 cooperativas con derechos territoriales de especies bentónicas en Baja California, nueve están certificadas para la pesca de langosta por el Consejo para la Administración Marina. Las 14 son similares pero difieren en desempeño. Las cooperativas más aisladas han mantenido economías formales fuertes con prestaciones para sus miembros; las cooperativas de Bahía Magdalena y El Rosario han perecido por el crecimiento poblacional y la pesca ilegal.
Por la baja de la población de abulón, una de las nueve cooperativas pesqueras del Vizcaíno cerró dos áreas de su concesión para considerarlas reservas marinas, ésta fue la cooperativa “Buzos y Pescadores de Isla Natividad”. La puesta en marcha de esta acción hizo que, en 2009, cuando por la falta de oxígeno, disminuyó la población de abulón, los huevecillos aumentaran en la zona de reserva y esto es un ejemplo que están observando otras cooperativas para aplicar en sus concesiones.
El proyecto que están visualizando organizaciones conocedoras de lo que representan las especies marinas en altas producciones, va en el sentido de fortalecer las comunidades costeras mediante estrategias que les permitan establecer reservas marinas, impulsar alternativas económicas, dirigir políticas públicas y buscar hacer reformas que originen una real pesca sostenible en México.
Las asociaciones involucradas y comprometidas son Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Bahía Magdalena, S.C.L., Reef Check Foundation, Comunidad y Biodiversidad A.C., Hopkins Marine Station y Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera Buzos y Pescadores de Isla Natividad.
Punto ambiental: Baja California pertenece a una región del Pacifico conocida como “El Serengeti Marino”, donde la búsqueda de su desarrollo sostenible y su conservación es prioridad nacional e internacional. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.