Un grupo de investigadores encabezado por la Universidad de Utah (Estados Unidos) y con participación del el Observatorio Europeo Austral (ESO), ubicado en Chile, y otros organismos de Brasil y Argentina, ha descubierto un agujero negro supermasivo en una galaxia enana ultra-compacta. Aunque se considera que los agujeros negros supermasivos se encuentran en el centro de casi todas las grandes galaxias, el trabajo que se publica ahora en la revista Nature arroja nueva luz sobre las galaxias enanas ultra-compactas, cuya composición es menos clara.
El hallazgo sugiere que otras galaxias enanas ultra-compactas podrían albergar este tipo de agujeros negros, siendo más comunes de lo que se creía anteriormente.
Las galaxias enanas ultra-compactas son uno de los sistemas más densos del Universo. Las estimaciones de masa demuestran que muchos de estos sistemas son más masivos de lo esperado, posiblemente como resultado de la presencia de estos agujeros negros supermasivos. El astrónomo Anil Seth, de la Universidad de Utah, y otros 13 colegas, detectaron concretamente un agujero negro supermasivo en el interior de la galaxia enana ultra-compacta más brillante conocida, denominada M60-UCD1. "Es el objeto más pequeño y ligero que sabemos que tiene un agujero negro supermasivo", asegura Seth.
Según sus cálculos, el agujero negro constituye alrededor del 15 por ciento de la masa total de esta galaxia y cree que podría haber sido el objeto central de una galaxia más grande.
Los autores predicen un gran incremento en el número de agujeros negros masivos que pueden estar presentes en nuestro universo local, si es que la mayoría de las galaxias enanas ultra-compactas cuentan con agujeros negros supermasivos. Estas galaxias podrían ser “restos” del choque con otras galaxias. "No conocemos ninguna otra forma en la que un agujero negro tan grande podría estar en un objeto tan pequeño", apunta Seth.