En un lapso de poco más de cinco años, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ha integrado un acervo de 85 modelos tridimensionales del patrimonio arquitectónico, arqueológico e histórico del país, gracias a la implementación de la tecnología de escaneo láser 3D.
El propósito es generar una base de datos que sirva como referencia en proyectos de restauración, investigación y difusión de dichos bienes culturales.
La iniciativa del proyecto fue desarrollada a través del Laboratorio de Imagen y Análisis Dimensional, de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH).
El responsable de la Unidad de Apoyo Tecnológico para Monumentos Históricos de la CNMH, Ángel Mora, detalló que el procesamiento de datos digitales permitirá conocer con mayor detalle un monumento, gracias a la recolección de millones de datos con los cuales se pueden realizar planimetrías, altimetrías, análisis estructurales, recorridos virtuales, entre otros.
Por su parte, la arquitecta Valeria Valero, directora de Apoyo Técnico de la CNMH, recordó que con la adquisición del primer escáner láser por parte del INAH en el 2009 se crea dicho laboratorio con la idea de aprovechar esta herramienta y hacer un levantamiento arquitectónico tridimensional de los edificios del país.
Ángel Mora indicó que recientemente se realizó el registro tridimensional de sitios como Palacio Nacional, el Ex Convento de los Leones, los ex conventos que están en las faldas del volcán Popocatépetl y la lápida del canónigo Miguel de Palomares, hallada hace unos meses frente a la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.
De la arquitectura militar se ha trabajado en edificaciones veracruzanas, entre ellas el fuerte de San Juan de Ulúa, la Batería de Antón Lizardo y recientemente el Baluarte de Santiago, además del Fuerte de San Felipe Bacalar, en Quintana Roo.
De las zonas arqueológicas se hizo el registro completo del Templo Mayor y Tlatelolco en la Ciudad de México, y las Yácatas en Michoacán, y se ha realizado el levantamiento 3D del Castillo y el juego de pelota, en Chichén Itzá (Yucatán).
La arquitecta destacó también que debido a su carácter didáctico los modelos 3D han servido en la tarea de difundir el patrimonio arquitectónico nacional.