El subdirector Regional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en México, Hugo Beteta, apuntó que ante los desafíos actuales del mundo globalizado, los egresados del Instituto Politécnico Nacional (IPN) están llamados a conducir la cuarta
revolución tecnológica.
Beteta dictó la conferencia magistral “Limitaciones para el desarrollo económico de los países de América Latina”, en el auditorio “Lenin” de la Escuela Superior de Economía (ESE), en el marco de su 65 aniversario.
Explicó que el desarrollo digital acentúa la concentración empresarial en unos cuantos países y deja fuera de esta gran tendencia a muchas regiones del país, lo que ha provocado un estancamiento económico con excepción de los flujos digitales que han tenido un crecimiento exponencial.
El exsecretario del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), agregó que también se ha provocado un creciente nacionalismo, oposición a los acuerdos comerciales, resistencia a la inmigración, cuestionamientos al multilateralismo y diversos movimientos antiglobalización.
Manifestó que ante la evolución de los flujos financieros en temas digitales y su crecimiento exponencial, se avecina una inminente Cuarta Revolución Industrial que transformará al Internet de consumismo hacia el llamado de “Todas las Cosas” para lo que será necesaria la adquisición de diversas herramientas.
Entre estas herramientas, mencionó antenas de alta conectividad en las escuelas de economía, para estudiar y desarrollar este sistema de comunicación como uno de producción.
Precisó que esta problemática no se puede resolver con una receta mágica, sino que es necesaria una reflexión desde la disciplina económica, porque ante un sesgo recesivo, en el que existe demanda efectiva y todos quieren vender, no puede existir inversión ni crecimiento.
Finalmente, recomendó que para aumentar la productividad en México, que es de 1.0 por ciento anual, es necesario voltear al desarrollo de cadenas de valor en el mercado regional, pero con una dimensión ambiental como punto de convergencia, además de la protección social como derecho ciudadano ante la automatización de la industria.