Estudiantes de preparatoria de la Universidad Panamericana (UP) y del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, campus San Luis Potosí, representarán a México en la Primera Olimpiada Mundial de Robótica FIRST Global Challenge, que se llevará a cabo del 14 al 18 de julio en Washington D.C., Estados Unidos y en la que competirán 163 países.
La olimpiada consistirá en la construcción y manipulación de un robot que simule la limpieza de un río. Para ello, participarán con un novedoso robot especial para la competencia, cuyo kit fue enviado por la misma organización FIRST (For Inspiration and Recognition of Science and Technology) a los 163 equipos participantes. El desafío que enfrentarán se llama H20 Flow, en el cual, los estudiantes manipularán el robot con forma de cubo sin paredes, en cuyo interior tiene los elementos mecánicos y electrónica.
La arena de la competencia simula dos terrenos divididos por un río, en cada lado se posará un equipo distinto, y la parte superior se construirá un puente que conecta ambos territorios por encima del cuerpo de agua. La tarea de los robots consistirá en incursionar en el río y recabar dos pelotas del tamaño de una de tenis, de distinto color: azul y naranja. Las primeras representarán partículas de agua y las segundas contaminantes.
Los robots se dividirán en dos bandos, tres de cada lado, conformados por tres equipos distintos, que aleatoriamente podrían jugar en contra en otra partida. Las máquinas no solo deberán identificar las pelotas, sino recogerlas y llevarlas a diferentes zonas de gol para sumar puntos.
Los equipos sumarán otros puntos cuando entre ambos bandos tengan la misión de recoger todas las pelotas contaminantes o cuando deban salvar a sus robots de una inundación simulada, donde tendrán que utilizar sus ganchos para colgarse de unos tubos laterales o subir con rapidez al puente. Los ganadores serán aquellos que obtengan más puntos, aunque también habrá premiaciones cualitativas, donde destaquen otros atributos de los equipos, señaló Jorge Ochoa, coach del grupo mexicano.
“Las ventajas del equipo mexicano están en su creatividad para solucionar problemas, porque han buscado soluciones para diferenciarse de los otros países. Además, es un equipo muy completo, multidisciplinario y con experiencia en sus áreas”.
Para inscribirse en la competencia, el equipo mexicano recibió patrocinio de Fundación Azteca de Grupo Salinas, que ha patrocinado eventos de FIRST en México, así como de otras competencias. En esta primera edición del FIRST Global Challenge, la fundación buscó a los estudiantes más destacados, conformándose así al equipo de la UP y del Tec. de Monterrey, campus San Luis Potosí.
Formar vocaciones
FIRST surgió hace 25 años en Estados Unidos con la finalidad de incrementar el interés y vocación de alumnos en áreas científicas, tecnológicas e ingeniería. En esta ocasión, FIRST puso en marcha una competencia internacional enfocada en la solución de problemas de países en desarrollo, como la contaminación de cuerpos de agua.
Esta competencia inició prácticamente desde que recibieron sus robots. Un punto vital de la victoria está en el armado e ingeniería que han elaborado con sus kits. “Todos los equipos han recibido el mismo paquete”, refirió Jorge Ochoa, quien hace varios años formó parte de la primera generación de estudiantes de robótica de la prepa de la UP y ahora está a cargo de su programa de robótica. “Así competirán en igualdad de recursos”. Adicionalmente, los alumnos, de entre 15 y 18 años, deben realizar la programación del robot para que cumpla la función de recolección e identificación del color de las pelotas.
Pero el kit no es un rompecabezas por armar, puesto que tiene diversas formas de colocar los motores, sensores y tiene un número limitado de tuercas y tornillo. Los estudiantes debieron pensar cómo hacer un robot ágil y resistente, que despliegue sus ganchos para evitar una inundación o seleccionar de la mejor forma las pelotas. Cada equipo llegará a una solución distinta, la clave será quién lo haga mejor.
Juan Manuel González está a cargo de la parte del diseño y mecánica del robot, reúne las ideas de los demás y trata de materializarlo en piezas, espacios, armados y que todo esté a la medida. Él sabrá si para un tipo de montaje las piezas son suficientes o si la imaginación de los demás debe ser aterrizada.
“Entre los problemas que hemos encontrado es que los robots no tienen paredes ni piso o piezas planas, láminas u otras que los cubran (…) Por ello, empleamos todas las piezas restantes, lo que nos sobró, hasta llantas, para cerrar el robot”, explicó al Foro Consultivo Científico y Tecnológico.