Un grupo de investigación del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) desarrolló el prototipo de un sensor que define los niveles de concentración
de iones de hidrógeno (pH) en el agua. Este parámetro —complementado con otros como turbidez, conductividad, densidad de bacterias y metales pesados— proporciona información útil para conocer su calidad.
En una segunda fase del proyecto, esa tecnología para detectar pH se complementó con tratamientos basados en nanopartículas de óxido de titanio (TiO2) que inactiva un alto número de bacterias —Escherichia coli— utilizando su propio ADN para programar su muerte.
De acuerdo con el doctor Joel Molina Reyes, investigador titular adscrito a la Coordinación de Electrónica del INAOE, el proyecto inició en 2012 al formar un grupo multidisciplinario con la intención de probar nanopartículas útiles para eliminar bacterias en muestras de agua contaminada.