Científicos españoles desarrollaron un dispositivo que registra el estado motor
de pacientes con Parkinson, para ayudar en la gestión de la enfermedad.
Una de las dificultades de los neurólogos encargados de ajustar el tratamiento de los pacientes era la falta de datos continuos y precisos a lo largo del día, pero con el dispositivo desarrollado por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC) y la Unidad de Parkinson del Centro Médico Teknon–Quirónsalud, se puede mejorar significativamente ese proceso y su calidad de vida.
Los datos tomados por el dispositivo “Stat-on” ayudan a los médicos a tomar decisiones informadas sobre el tratamiento y pueden determinar el estado verdadero del paciente, señaló la doctora Ángels Bayés, de la Unidad de Parkinson del centro médico.
El tratamiento actual de esta enfermedad sólo afecta sus síntomas y está dirigido a equilibrar en lo posible la falta de ciertos neurotransmisores, además los síntomas del Parkinson avanzado varían durante el día y se conocen como periodos On y Off.
El estado On aparece al poco tiempo de la medicación, es cuando el paciente se encuentra bien; por el contrario, en el estado Off los síntomas se manifiestan limitando severamente la movilidad e independencia de los pacientes.
Estas variaciones son causa grave de dificultades para su estabilidad clínica y el control de las mismas a través del ajuste de fármacos.
El tratamiento en esta etapa se centra en controlar las variaciones, pero los neurólogos no pueden hacer una evaluación adecuada, ya que dependen de las mediciones que hacen los pacientes de su estado clínico.
Esto significa un gran esfuerzo de los cuidadores y pacientes, aunado a esto algunas veces se les dificulta saber el estado en que se encuentran lo que implica poca fiabilidad de los datos, destacó la Universidad en su página de internet.
Gracias a este aparato se pueden registrar de forma permanente las variaciones del estado On/Off, así como monitorear los síntomas motores con los diferentes medicamentos para su tratamiento y bloqueos de la marcha.
Dado que este pequeño sensor no es invasivo permite el monitoreo constante del paciente en su entorno familiar; se coloca en un cinturón cómodo y está pensado para adaptarse a cada individuo.
Mediante técnicas de inteligencia artificial aprende de los movimientos, es capaz de registrar parámetros en la marcha, caídas y otras características del movimiento y personaliza algoritmos para registrar sus síntomas.
Cada día registra el estado motor del paciente y al final de la jornada genera un informe, apuntó Joan Cabestany, investigador del Departamento de Ingeniería Electrónica de la UPC.
Cuando el paciente lo porta no necesita ningún tipo de accionamiento ni conexión, trabaja de forma autónoma y es muy fácil de utilizar.