A tres años de la entrada en vigor del Acuerdo de París contra el cambio climático, Estados Unidos anunció este día
que inició formalmente el proceso para retirarse de este pacto firmado por casi 200 países.
En su cuenta de Twitter, el secretario de estado, Mike Pompeo, dio a conocer que “Estados Unidos se enorgullece de su historial como líder mundial en la reducción de todas las emisiones, en el fomento a la resiliencia, el crecimiento de nuestra economía y la garantía de energía para nuestros ciudadanos”.
Además, calificó su modelo como “realista y pragmático.”
Luego del anuncio, la oficina de prensa del gobierno estadounidense emitió un comunicado en el que se señala que esta decisión fue tomada por el presidente Donald Trump desde el 1 de junio de 2017, debido a “la injusta carga económica impuesta a trabajadores, empresas y contribuyentes estadounidenses”.
Este documento también señala que Estados Unidos ha reducido todos los tipos de emisiones (...)
"Nuestros resultados hablan por sí mismos: las emisiones de contaminantes atmosféricos de criterio de los EU que afectan la salud humana y el medio ambiente, disminuyeron en un 74 por ciento entre 1970 y 2018", asegura el comunicado.
Añade que las emisiones netas de gases de efecto invernadero en esta nación cayeron un 13 por ciento entre 2005 y 2017, incluso cuando la economía creció más del 19 por ciento.
Indica que Estados Unidos continuará trabajando e innovando para permitir una mayor prosperidad, menores emisiones y fuentes de energía más seguras para reducir los impactos del cambio climático y reducir y responder a los desastres naturales trabajando en conjunto con sus “amigos y socios en todo el mundo”.
La administración de Trump tenía tres opciones a las que aliarse para realizar su retiro del pacto, la primera era que se anunciara la no implementación del acuerdo tal y como lo hizo George W. Bush en 2001 con el Protocolo de Kioto.
Mientras que la segunda era que Estados Unidos se saliera de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 1992, y la última establece que debía esperar tres años después de la entrada en vigor para poder realizar el trámite de salida, el cual dura un año.
Este pacto acordado en diciembre de 2015 durante la edición 21 de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, fue firmado por 194 países y establece que cada país, sea desarrollado o no y sin importar su Producto Interno Bruto (PIB) establezca metas para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
La finalidad de su implementación es prevenir los efectos del calentamiento global y prevenir que el cambio climático sea más drástico.