Madrid, España, 28 de abril 2020, - Investigadoras de la Universidad Politécnica de Madrid han
desarrollado nuevos productos de yeso que incorporan desechos de plásticos de cables. Además de contribuir a la economía circular con la reutilización de estos residuos, las propiedades de estos compuestos mejoran la situación de los edificios frente a la acción externa del agua.
Uno de los residuos que más preocupa en la actualidad es el plástico, presente en todos los ámbitos de nuestra vida. En la construcción, sus características lo convierten en un material imprescindible. De hecho, más de un 20 % del plástico fabricado se destina a ese sector, lo que supone cerca de 10 millones de toneladas al año que se convertirán en residuos, según los indicadores de la asociación de fabricantes de plásticos europeos PlasticsEurope.
Más de un 20 % del plástico fabricado se destina a la construcción, lo que supone cerca de 10 millones de toneladas de residuos
Aunque ahora existen numerosos métodos y técnicas para el reciclado de plásticos, generalmente la gran variedad de tipos existentes en el mercado da lugar a complicaciones en cualquiera de estos procesos de transformación. Un ejemplo de ello es el reciclaje de cables eléctricos donde el metal es recuperado completamente, mientras que el residuo plástico es incinerado o enviado a un vertedero.
Un grupo de científicas de la Escuela Técnica Superior de Edificación de la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) ha analizado las propiedades de estos materiales para aplicarlos como materia prima secundaria en paneles y placas de yeso, como alternativa a los productos ya existentes para los edificios. Los resultados muestran que los compuestos de yeso a partir de residuos plásticos de cables ayudan a proteger los edificios frente al agua.
De este modo, las investigadoras, que trabajan en la aplicación de criterios de economía circular en el sector de la construcción, consiguen minimizar la cantidad de este tipo de residuos depositados en vertederos y disminuyen entre el 25 y el 30 % el uso de los recursos naturales como la piedra de aljez y el agua durante la fabricación de estos productos.
Un nuevo producto de yeso
En un primer momento, las científicas consiguieron diseñar y fabricar paneles y placas con una mayor dureza superficial y una mayor elasticidad, lo que supone una mejora en cuanto a la aparición de fisuras, y con unas resistencias mecánicas ajustadas a normativa, lo que posibilita su uso en construcción.
Además, comprobaron la viabilidad de fabricación de paneles y placas tanto para las empresas de producción de este tipo de productos, como para las de reciclaje de cables. “Las empresas de reciclaje de cables generan residuo plástico de cables suficiente para abastecer a las empresas de fabricación de prefabricados de yeso, pudiéndose conseguir la minimización de este residuo al 100 %”, señala Alejandra Vidales, autora principal del trabajo e investigadora en la UPM.
“Esto confirma que, aplicando criterios de sostenibilidad y economía circular, se puede contribuir al desarrollo sostenible desde la construcción”, concluye Alejandra Vidales
A continuación, el grupo de investigación analizó las propiedades de los compuestos frente a acciones externas muy comunes en los edificios: el agua, el fuego y el calor.
Observaron que la capacidad de absorción del agua disminuye significativamente, como consecuencia de la contribución impermeabilizante del residuo plástico y de la menor cantidad de poros existentes en su composición. Pero conserva la propiedad higrotérmica tan característica de los yesos.
Por su parte, la incombustibilidad del yeso también contribuye a la mejora del comportamiento de los residuos plásticos frente al fuego, proporcionándoles, durante un tiempo, un mecanismo físico de protección. El recubrimiento constituye una barrera física al paso de calor y sustancias volátiles. Las propiedades térmicas también se mejoran ligeramente, lo que supone una contribución a una menor demanda energética respecto al material tradicional.
Los compuestos también han presentado un buen confort superficial. Esto conlleva menos frío en su cara externa y, por ello, una disminución en la aparición de condensaciones, así como una mejora en la adherencia al soporte debido a la mayor rugosidad de esta cara.
Tras la realización de ensayos mineralógicos, mecánicos, químicos y físicos, y el estudio del impacto ambiental, los resultados obtenidos demuestran la viabilidad e interés del material de yeso con residuo plástico de cables para la fabricación de elementos de construcción que estén más expuestos al agua, como plantas sótanos, plantas bajas sobre soleras o paredes interiores con huecos.
“Esto confirma que, aplicando criterios de sostenibilidad y economía circular, se puede contribuir al desarrollo sostenible desde la construcción”, concluye Alejandra Vidales.