La mordedura de las serpientes venenosas puede causar la interrupción del flujo sanguíneo por
coagulación y provocar daños degenerativos en órganos y tejidos para los que el antiveneno a veces llega tarde. Unos científicos han creado en ratones un tratamiento terapéutico prehospitalario, basado en compuestos químicos denominados quelantes metálicos, para proteger de los efectos del veneno.
El envenenamiento por mordedura de serpiente es una enfermedad tropical desatendida que afecta a unos cinco millones de personas cada año, con una tasa de mortalidad de alrededor de 138.000 y una morbilidad de entre 400.000 y 500.000 casos.
“Se estima que el 75 % de las muertes por mordedura de serpiente ocurren fuera del entorno hospitalario”, explica Juan José Calvete, del CSIC
Las comunidades rurales empobrecidas de los países con bajos y medianos ingresos, que a menudo dependen de la agricultura, sobre todo en África subsahariana y sur de Asia, son las que más sufren las mordeduras de estos reptiles.
“Estas comunidades, debido a su situación y actividad, están más expuestas a ambientes habitados por serpientes venenosas, y su lejanía hace que el acceso a la atención médica sea problemático. Se estima que el 75 % de las muertes por mordedura de serpiente ocurren fuera del entorno hospitalario”, explica Juan José Calvete, investigador en el Instituto de Biomedicina de Valencia (IBV) del CSIC.
Según el científico, los retrasos en el tratamiento suelen conducir a malos resultados y, frecuentemente, a discapacidades de por vida. “Parte del problema es también que el único tratamiento apropiado contra la mordedura de serpiente es el antiveveneno específico para esa especie, que a menudo no está disponible localmente o resulta extremadamente costoso para las víctimas, pese a estar clasificados por la Organización Mundial de la Salud como medicamentos esenciales”, subraya Calvete.
El investigador ha participado en un estudio, liderado por la Escuela de Medicina Tropical de Liverpool (Reino Unido), que ha empleado quelantes metálicos –compuestos químicos que se suelen emplear para revertir el efecto tóxico de algunos elementos– como tratamiento preterapéutico frente a los efectos locales, como la necrosis muscular, de la mordedura de las serpientes hemotóxicas.
Compuestos químicos contra el veneno
Tras probar varios quelantes en experimentos in vitro, los resultados, que se han publicado en la revista Science Translational Medicine, revelan que el dimercaprol (British anti-Lewisite) y su derivado el ácido 2,3-dimercapto-1propanosulfónico (DMPS) reduce ampliamente la actividad de las enzimas hemotóxica, como las metaloproteasas dependientes de Zn2+ del veneno de varias especies de víboras.
La terapia oral temprana de quelantes tras una dosis intravenosa tardía de antiveneno convencional proporciona una protección prolongada contra los efectos letales de envenenamiento
Los científicos también realizaron experimentos con DMPS en los que la administración del medicamento se retrasó después de la inyección de veneno, y en los que se observó que la administración oral de este quelante proporcionó protección parcial contra el envenenamiento.
“Después de comprobar la eficacia de estos quelantes, hemos realizado experimentos in vivo en ratones en los que se demuestra que la terapia oral temprana de DMPS tras una dosis intravenosa tardía de antiveneno convencional proporciona una protección prolongada contra los efectos letales de envenenamiento”, muestra Juan José Calvete.
El trabajo, que aún está a la espera de ensayos clínicos en humanos, demuestra que el quelante DMPS es seguro, asequible y puede neutralizar eficazmente los venenos de víbora, abriendo la vía para que se convierta en un medicamento de intervención terapéutica prehospitalaria temprana para el envenenamiento por mordedura de serpiente hemotóxica.