Estocolmo/Madrid, 28 de diciembre de 2020 - El año 2021 podría ser un año de “todo o nada” en los esfuerzos de Europa por alcanzar a China y Estados Unidos en el despliegue de redes de telecomunicaciones ultrarrápidas de quinta generación (5G).
La misión de introducir la tecnología, que en última instancia promete velocidades de internet hasta 20 veces más rápidas que las actuales, podría ser crucial para que el continente emerja de manera competitiva de las ruinas económicas de la pandemia COVID-19.
Consciente de ello, la Unión Europea está canalizando una quinta parte de su fondo de recuperación de 750.000 millones de euros (914.000 millones de dólares) para mejorar la capacidad digital de los países.
Los operadores europeos de telefonía móvil se han mostrado reacios durante mucho tiempo a empezar a invertir en redes 5G, que podrían servir de apoyo a las fábricas inteligentes y a los automóviles de conducción autónoma, debido a la falta de claridad política sobre si deben acceder a las exigencias de Estados Unidos de excluir al principal proveedor de equipos, Huawei, y a otros vendedores chinos.
Sin embargo, alentada por el compromiso financiero de la Unión Europea con esta tecnología, en un momento en que el gobierno de Estados Unidos está en proceso de transición y temerosa de quedarse aún más rezagada a nivel mundial, la industria se prepara para sacarla adelante en 2021.
“Europa está, desafortunadamente, atrasada”, dijo a Reuters Pekka Lundmark, el CEO del fabricante finlandés de equipos de redes Nokia. Pero el despliegue “ya se está acelerando y en 2021 creo que cobrará más velocidad en la mayoría de los países”.
El fabricante sueco de equipos Ericsson prevé que la cobertura 5G de Europa debería crecer desde alrededor del 1% de las suscripciones de móviles en todo el continente en 2020, hasta el 55% en los países occidentales y el 27% en los estados centrales y orientales del bloque en los próximos cinco años, lo que apuntalaría la ansiada recuperación económica.
Sin embargo, son los operadores móviles los que deben pagar a empresas como Ericsson, Nokia y Huawei miles de millones de dólares por los equipos 5G.
La UE acordó su paquete de rescate en julio y las empresas comenzaron a elaborar planes digitales.
“Pasamos todo el verano desde el anuncio trabajando en presentar proyectos tangibles”, dijo José María Álvarez-Pallete, el presidente ejecutivo de la operadora española Telefónica.
Un portavoz de la Comisión Europea dijo que los primeros pagos podrían hacerse en el verano de 2021.
Entre otros proyectos digitales, Telefónica calcula que los fondos podrían ayudar a desplegar cobertura de internet de fibra óptica rápida en toda España y ampliar la cobertura 5G -capaz de ofrecer el mejor rendimiento - a alrededor del 85% del país para el 2025.
LUCHA GEOPOLÍTICA
Mientras que un consumidor individual puede usar el 5G para hacer llamadas y navegar por Internet, el principal beneficio de la tecnología radica en la creación de nuevos negocios, la automatización de las fábricas y el funcionamiento de infraestructuras críticas como las redes eléctricas.
Se espera que las suscripciones móviles globales a 5G alcancen los 220 millones a finales de este año y que China represente casi el 80% del total, dijo Ericsson en un informe el mes pasado. Se prevé que América del Norte tenga un 4%.
“Al igual que con el 4G, la ventaja de los pioneros es enorme y los países que desplieguen la red 5G antes verán la mayor parte de la innovación”, dijo una portavoz de Ericsson.
“A menos que Europa se mueva rápidamente, corre el riesgo de perder crecimiento y debilitar su competitividad industrial en fabricación y la logística, lo que podría costar miles de millones de euros en nueva riqueza”.
Sin embargo, la geopolítica sigue siendo un riesgo importante.
Es poco probable que desaparezca la presión de Estados Unidos sobre sus aliados para que eviten los equipos de Huawei en las redes. Estados Unidos acusa a Huawei de facilitar el espionaje de China, una acusación que rechaza Pekín y la propio empresa.
Sin embargo, el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, podría mostrarse más abierto que su predecesor a entablar conversaciones, rebajando la preocupación de los operadores de que los cambios repentinos de política puedan significar la pérdida de millones de dólares de equipos 4G existentes.
Los operadores de telecomunicaciones planeaban emplear su infraestructura 4G existente como la forma más barata y rápida de actualizarse a la tecnología 5G, que será capaz de transmitir datos hasta 20 veces más rápido que las redes actuales.
Pero casi la mitad de estos equipos existentes fueron fabricados por Huawei, lo que obligó a los operadores a buscar proveedores en otras partes.
Nokia y Ericsson se han beneficiado enormemente de esta situación, logrando acuerdos con antiguos clientes de Huawei, algunos de los cuales están discutiendo contratos con Samsung, un nuevo participante en el mercado europeo.
Huawei reconoció el dilema al que se enfrentan los clientes que han tenido que lidiar con la disputa entre EEUU y China.
“No se pueden tomar decisiones de inversión a siete o diez años a menos que se sepa que esas inversiones estarán protegidas durante ese período”, dijo Kenneth Fredriksen, vicepresidente ejecutivo de Huawei para Europa Central y del Este, y la región nórdica.
“¿ALGUIEN TIENE SEÑAL?
El retraso en la subasta del espectro de 5G -ondas necesarias para que los operadores empiecen a ofertar comercialmente esta tecnología- ha sido uno de los principales obstáculos para el despliegue. Los operadores quedaron decepcionados este año cuando las subastas previstas se quedaron en el camino mientras los gobiernos se centraban en la lucha contra la pandemia.
El jefe de tecnología de la operadora sueca Telia, Stefan Javerbring, dijo a Reuters que el retraso en la asignación de espectro había sido “el mayor obstáculo” en las naciones escandinavas y en otros países.
En cambio, Alemania, la mayor economía de Europa, dice que presentará un borrador normativo para las subastas en enero, y España planea también subastar espectro 5G antes de finales de febrero.
Varios países también están avanzando en la legislación para promulgar la llamada caja de herramientas 5G de la Unión Europea, una serie de recomendaciones destinadas a reducir los costes y los trámites burocráticos, dar acceso al espectro radioeléctrico 5G y facilitar la coordinación transfronteriza del espectro radioeléctrico para los servicios 5G.
“Ya estamos atrasados en el despliegue de las redes públicas de 5G, eso es un hecho”, añadió Javerbring de Telia. “Ahora debemos hacer lo que podamos para ponernos al día”.