Hoy en día el sector energético atraviesa por grandes retos, no solo a nivel nacional sino mundial, y es que durante esta pandemia la demanda de los recursos ha ido cada vez en aumento y a mayor escala, electricidad, gas e incluso la misma agua.
Sin embargo, ya en varios países se estudia la posibilidad de explotar energías alternas que le hagan frente a las necesidades de los consumidores.
Una gran opción es tomar en cuenta los recursos y obras provenientes del agua, ya que, en la mayor parte del mundo, las obras hídricas representan un gran porcentaje a explotar, no solo como medio energético sino también como medio hidrosanitario, es decir, el agua que llega a nuestras casas y el drenaje que sale de las mismas. Es por esto, que, según estudios del Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos por la UNESCO, este tipo de infraestructura se deteriora velozmente con el paso del tiempo, dando un porcentaje de pérdidas de hasta el 50% que son muy comunes en sistemas de distribución urbanos.
Actualmente se está apostando por una inversión para el mantenimiento y creación de obras hídricas; CIPRO, empresa dedicada y con amplia experiencia en el desarrollo de infraestructura de calidad, nos menciona algunos de los beneficios que podemos encontrar al permitir el mantenimiento de las mismas o la creación de nuevos proyectos:
• Presas de almacenamiento, derivadoras e hidroeléctricas. La construcción de estas presas permitirá la generación de energía eléctrica, con una gran reducción en las emisiones de carbono y a su vez la disminución en la producción de gases de efecto invernadero.
• Acueductos y líneas de impulsión. El diseño, construcción y administración del acueducto se deben planificar con mucho cuidado para garantizar que el agua que llega a las familias sea agua limpia y apta para el consumo humano.
• Estaciones de bombeo. La finalidad es la de proporcionar al líquido, la energía suficiente para poder ser transportado mediante un conducto a presión, desde un punto de menor altura a uno de mayor.
• Plantas de potabilización y tratamiento. Este es un punto muy importante a destacar, ya que tan solo en México, se necesita la adopción masiva de tecnologías para la potabilización del agua y así satisfacer a los ciudadanos con el color y olor del agua potable que consumen.
En conclusión, gracias a este tipo de obras hídricas, podríamos encontrar múltiples beneficios desde el corto hasta el largo plazo, atendiendo a las necesidades energéticas e hidráulicas, además de lograr amortiguamientos ambientales. Sin duda alguna, la inversión en este sector podría redituar de manera considerable el bolsillo del consumidor y el bienestar de la comunidad.