México, 30 de agosto de 2021,–- En solo dos décadas a partir de ahora, la mitad de todos los barcos nacionales que surcan las aguas costeras de Japón podrían estar pilotando por sí mismos.
Ese es el ambicioso objetivo de la Fundación Nippon, una organización de interés público que respalda el desarrollo de barcos autónomos en el país que atraviesan el océano. Su objetivo es que para 2040 los barcos sin tripulación constituyan un 50% de la flota local de Japón.Con el respaldo de la fundación, un grupo que incluye a la compañía naviera más grande de Japón, Nippon Yusen KK, planea tener un buque portacontenedores piloto desde la bahía de Tokio hasta Ise, una ciudad costera en la prefectura central de Mie, en febrero. Según Nippon Yusen, el viaje de 380 kilómetros será la primera prueba del mundo de un barco autónomo en un área con mucho tráfico marítimo.
Para 2030, el mercado global del transporte marítimo autónomo podría llegar a valer alrededor US$166.000 millones. “Cuando se trata de la automatización de barcos, nuestra misión es que Japón lidere al resto del mundo”, dijo el jueves Satoru Kuwahara, gerente general de la subsidiaria de Nippon Yusen, Japan Marine Science Inc., en una entrevista.Kuwahara, él mismo un capitán de barco, dice que hay una necesidad real de barcos autónomos en Japón a medida que la fuerza laboral del país se reduce y envejece rápidamente. En la industria nacional de buques tanque, por ejemplo, aproximadamente 40% de la tripulación tiene 55 años o más, según un informe reciente.La Fundación Nippon estima que teniendo en cuenta factores como la inteligencia artificial, que deberían mejorar la eficiencia, el desarrollo de barcos no tripulados tendrá un impacto positivo de alrededor de 1 billón de yenes (US$9.000 millones) para la economía de Japón en 2040.También hay otros beneficios previsibles, como primas de seguro más bajas y seguridad mejorada, dijo Kuwahara.
Algunos estudios sobre la seguridad de la industria naviera muestran que alrededor de 70% de los accidentes marítimos son causados por errores humanos. “Teniendo en cuenta el problema de la reducción de la fuerza laboral de Japón, existe una creciente necesidad de que estas tecnologías mantengan la seguridad”, indicó.
Para la prueba de febrero, la información sobre todo, desde el clima hasta los puntos de datos del radar, se recopilará y procesará en un centro de soporte en tierra. Posteriormente, las instrucciones se enviarán al barco. En el caso de una alteración, la dirección de la embarcación se podría controlar de forma remota desde el centro.
Kuwahara dice que confía en que dicha tecnología estará lista para su uso práctico en 2025. El “inmenso desafío” será desarrollar un entorno regulatorio y estándares de la industria en torno al envío autónomo para entonces, dijo.Por ahora, Kuwahara y otros se están preparando para la prueba de 2022, ejecutando simulaciones en un centro tecnológico al este de Tokio.
“Necesitamos que esta tecnología sea reconocida, de lo contrario, la implementación real en la sociedad no avanzará”, dijo Kuwahara. “ No podemos fallar en esta primera demostración”.