Convierte WhatsApp en una herramienta de productividad

EEUU, 9 de junio de 2022 :-: ¡Ay! Qué sería de nosotros sin WhatsApp… Es la primera aplicación que se instala en un móvil salvo que

seas un eremita y vivas aislado de todo. Es nuestra forma de estar conectados con amigos y familiares, una curiosa manera también de cotillear sus fotos, y espera, porque la celebérrima aplicación de Facebook se guarda un as en la manga: puede ser una poderosa herramienta para la productividad.

No, WhatsApp no cuenta con ninguna nueva función ni se ha presentado nada que no conozcas: el truco que te vamos a contar es tan simple como ingenioso, y consiste en utilizar la aplicación como un bloc de notas para uno mismo. Esto es, enviarse notas, audios, fotos y todo lo que soporta la app, a uno mismo.

Cómo transformar WhatsApp en un bloc de notas

Si lo recuerdas, en la época en la que los contestadores —en ausencia de los móviles— hacían furor, había bastante gente que se llamaba a sí misma para dejarse un mensaje a modo de recordatorio. Pues bien, los pasos que vamos a dar a continuación convierten WhatsApp en un bloc de notas personal, y como podrás comprobar, muy capaz:

1. Crea un contacto con tu nombre

Puedes pensar que es una tontería, pero esta aplicación de mensajería no sabe quién eres y te considera como un usuario más. Por este motivo, es necesario crear un contacto con tu número de teléfono (puedes poner como nombre, “Bloc de tunombre” o algo similar). Este paso es necesario para poder enviarte notas a ti mismo.

Alternativamente, puedes optar, como explican nuestros amigos de Xataka, por crear un favorito en el navegador con la URL wa.me/tunúmero y acceder a esa dirección cada vez que quieras enviarte un mensaje. Cualquiera de estas dos maneras crearán un chat privado contigo mismo, que es lo que queremos precisamente.

2. Empieza a sacar provecho del potencial de WhatsApp como agenda

¿Qué puedo hacer ahora en un chat privado conmigo mismo en WhatsApp? Te damos una ideas:

Anotaciones: “llamar a Juan”, “Comprar manzanas”, etc. Puede ser la función que más rápido te pueda venir a la mente, pero como verás, se pueden hacer muchas cosas.

Recordar dónde se ha aparcado el coche: una vez aparcado el vehículo, nos enviaremos la ubicación exacta del mismo a este chat privado. Para volver a él, bastará con hacer clic en la ubicación y el sistema nos llevará de vuelta.

Notas de voz: A muchos nos incomodan un poco las notas de voz, en especial cuando son auténticos discursos de dos y hasta tres minutos; pero no cabe duda de que se trata de una herramienta muy rápida y útil para enviar información. ¿Y si es a uno mismo? Todavía más interesante: puedes enviarte reflexiones, recordatorios y cualquier otra idea que no quieras que se esfume.

Fotografías de documentos o anotaciones: Esto puede resultar interesante si te encuentras en plena reunión y quieres inmortalizar lo que se ha escrito en el tablero o se muestra en la pantalla. En realidad, puedes subir aquí cualquier imagen que sea relevante para ti a nivel organizativo.

Creando grupos por temáticas

Crearse un contacto con el usuario propio y enviarse mensajes puede parecer una solución útil para quien huya de aplicaciones de gestión de tareas, pero esta técnica cuenta con una gran desventaja: todos los mensajes se acumulan sin ton ni son. ¿Podrían organizarse por temas?

La respuesta es sí, pero forzando una vez más las posibilidades de WhatsApp: creando grupos ficticios. La idea es simple: creas un grupo al que llamarás, por ejemplo, “recordatorios de casa”, y otro que sea “recordatorios de trabajo”, y ahí irás añadiendo contenido en función de si se tratan de temas de uno u otro contexto.

Parece una solución perfecta, pero tiene un gran inconveniente: WhatsApp no permite crear grupos de un solo elemento, con lo que tendrás que compincharte con algún contacto de confianza para decirle que le vas a añadir a un grupo… y después echarle. Es la única forma de crear este tipo de grupos y utilizarlo como agenda.

¿Una locura o una idea genial?

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